Envuelto en la Bandera Nacional y escoltado por compañeros de armas, el féretro de José Ramón García Sánchez, soldado izucarense caído en un enfrentamiento en Culiacán, Sinaloa, regresó a su tierra natal para ser velado y despedido entre aplausos, lágrimas y honores militares.
Izúcar de Matamoros, Pue. — Con un profundo sentimiento de duelo, el cuerpo de José Ramón García Sánchez, de 30 años y originario de Izúcar de Matamoros, arribó a su comunidad natal para recibir el último adiós. El joven militar perdió la vida tras recibir varios disparos en el pecho durante un enfrentamiento registrado en Culiacán, Sinaloa, mientras cumplía con su deber.
El féretro, cubierto con la enseña nacional, fue cargado por soldados y escoltado por miembros del Ejército Mexicano. Familiares, amigos, vecinos y compañeros de armas lo acompañaron con respeto y solemnidad, rindiendo homenaje al hombre que ahora es recordado como héroe en la tierra que lo vio nacer.
En medio de aplausos y lágrimas, se llevó a cabo la despedida. Un soldado de guardia no pudo contener la emoción y, con la voz entrecortada, expresó: “Nuestro destino es servir a México. Y si caemos en combate, que nos entierren en nuestra tierra. Es lo que pedimos”.
El cortejo llegó a la humilde vivienda donde José Ramón creció, apenas un cuarto que lo cobijó en la pobreza y lo vio partir hacia la vida militar. En ese mismo espacio fue velado, rodeado de quienes lo conocieron y lo despidieron con un epitafio sencillo y profundo: “Héroe”. Así, Izúcar de Matamoros honra a su hijo, un soldado mexicano que ofrendó su vida en cumplimiento de su deber.
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