El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, destacó esta mañana que la entidad vive una etapa de “consolidación de la promoción”, donde productos emblemáticos buscan abrirse paso en el mercado nacional e internacional.
Puebla de Zaragoza, Pue.— En sus declaraciones, Armenta aseguró que en su gobierno “todo tiene una lógica, una ruta que inicia con la conformación de marcas… lograr los sellos nacionales e internacionales” como Hecho en México o el sello Puebla 5 de Mayo.
El ejemplo recurrente fue el mole poblano, que —afirmó— ya cuenta con certificaciones que lo distinguen. Sin embargo, no precisó cómo estos distintivos se traducen en mejores ventas e ingresos para quienes lo producen.
Otro de los puntos más celebrados por Armenta fue que “somos el primer lugar en reconocimientos nacionales en materia de mezcal”, con “60 galardones de 89” marcas. Destacó que el impulso inicial permitió que el Politécnico Nacional colaborara en la creación de cooperativas. Aunque los premios son un logro para la imagen del estado, no está claro si se han convertido en beneficios tangibles para las comunidades productoras.
En cuanto al café, el gobernador ligó el lanzamiento de un producto soluble marca 5 de Mayo con una fecha cargada de simbolismo: “nació el día en el que feneció el abuso del Museo Barroco”.
La comparación fue directa: “una obra monumental… ejemplo del saqueo, (en contraste) con una obra emblemática que representa la riqueza comunitaria”.
Con una crítica frontal al Museo Barroco y a gestiones anteriores, Armenta señaló: “no queremos que un acaparador concentre la producción del café… no como sucedió con el museo Barroco que solo ganó un gobernante y se enriqueció a un empresario”.
Con esta narrativa, y en ausencia de datos concretos o indicadores claros —como el número de productores involucrados, la inversión destinada, los empleos generados o las ventas logradas—, el gobernador articula tres ejes que repite como sello de su gestión: orgullo regional, fomento a la economía social y denuncia de presuntos actos de corrupción del pasado.
Armenta proyecta la imagen de una Puebla productiva y reconocida. Hasta ahí, el mensaje suena bien; pero las cifras sobre ingresos, utilidades, generación de empleo y distribución justa de beneficios siguen siendo, por ahora, una promesa. Más temprano que tarde, su administración tendrá que demostrar que las marcas que promueve también se traducen en un impacto tangible en la mesa y en el bolsillo de los poblanos.
0 Comentarios