En Xicotepec, la reciente conformación de nueve comités del programa de obra comunitaria han sido presentados por Carlos Barragán Amador, presidente municipal, como una apuesta para “seguir convirtiendo a nuestro Pueblo Mágico en un mejor y más bonito lugar para vivir”.
Xicotepec, Pue. — Sin embargo, detrás del discurso de embellecimiento y desarrollo turístico, se advierte un patrón recurrente en el que las pequeñas obras se amarran a la rentabilidad electoral y de partido.
Los proyectos anunciados abarcan desde modesta infraestructura turística hasta rehabilitación de pequeños espacios culturales y comerciales. Entre ellos se encuentran:
- Iluminación interna de la Cruz Celestial, uno de los principales puntos de atracción turística del municipio.
- Construcción de rampas en el camino de terracería para mejorar el acceso hacia la Cruz y las comunidades aledañas.
- Mejoramiento del camino hacia la comunidad de Los Arroyos, reconocida por sus pozas naturales.
- Ampliación del parque en La Tranquita, en apoyo a camioneros organizados.
- Construcción de un arco de bienvenida en el acceso norte, colonia El Tabacal.
- Instalación de señalética en el centro para orientar al turismo.
- Rehabilitación del Centro Ceremonial Xochipila, de relevancia cultural e histórica.
- Rehabilitación del centro gastronómico en avenida Zaragoza.
- Rehabilitación del centro artesanal, también en avenida Zaragoza, con el objetivo de fomentar la economía y el comercio.
En el discurso oficial, Barragán Amador agradeció al Gobernador Alejandro Armenta y al Gobierno de Puebla por “destinar recursos para el embellecimiento de los Pueblos Mágicos”, así como a la Delegada de Bienestar, Gema Mejía y al Delegado de CORDE Sergio Muñoz, destacando la suma de recursos estatales y municipales como una fórmula para “traer excelentes resultados”.
Pero el anuncio, aunque cargado de buena voluntad, se da en un contexto donde los recursos públicos y las mejoras visibles en zonas turísticas o céntricas se amarra a un programa político de afiliación a favor del partido en el poder, muy al estilo del viejo PRI del que el edil fue militante, dirigente, presidente municipal y legislador por largo tiempo.
Las obras que promueve el presidente municipal, Barragán Amador, en su mayoría, son de bajo costo y alto impacto visual, una fórmula que él maneja bien e históricamente le han servido para reforzar su imagen sin necesariamente resolver problemas reales de Xicotepec.
Las vialidades y calles continúan en destrucción, la inseguridad cada día es más profunda, los robos y el narcomenudeo asfixian a colonias completas. Pero eso y tantos otros problemas más no los atiende el edil.
El vínculo entre proyectos comunitarios de ornato y capital político es su prioridad. O como ha dicho “entre más obra más sobra”. Pero la pregunta que flota en Xicotepec es si estas intervenciones se sostendrán en el tiempo o si quedarán como parte de un catálogo de inauguraciones efímeras que cumplen más con agendas políticas que con un plan integral de desarrollo.
Con Carlos Barragán Amador Xicotepec seguirá acumulando obras que embellecen la postal, pero cuya capacidad de transformar la vida de sus habitantes de manera duradera no se da.
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