Con un discurso frontal y sin concesiones, la presidenta Claudia Sheinbaum acusó a los expresidentes Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto de haber entregado a Pemex a la corrupción, la deuda y la dependencia extranjera. Defendió que la 4T busca rescatar la soberanía energética frente a lo que calificó como décadas de saqueo de los gobiernos “prianistas”.
CDMX — Sheinbaum anunció que su administración mantendrá la meta de 1.8 millones de barriles diarios de producción y seguirá fortaleciendo la capacidad de refinación nacional con nuevas inversiones en Salina Cruz y en la refinería de Deer Park. La estrategia, dijo, pretende reducir las importaciones de gasolina, diésel y gas natural para que México deje de depender del exterior.
Al contrastar con el pasado, apuntó directamente al sexenio de Vicente Fox, cuando la producción llegó a 3.4 millones de barriles diarios tras el sobreexplotado yacimiento de Cantarell. “Se cometió una de las decisiones más irresponsables: inyectar nitrógeno, destruir el patrimonio de la nación y quemar gas a la atmósfera. Todo para darle a Estados Unidos un millón de barriles diarios que no necesitábamos”, acusó.
Sobre Felipe Calderón, Sheinbaum ironizó al recordar que, pese a los altos ingresos petroleros, no hubo obra alguna de impacto. “¿Qué dejó Calderón? La barda de la refinería Bicentenario, un monumento a la corrupción”, sentenció, señalando que su gobierno además heredó “la maldita deuda corrupta” que hoy sigue lastrando a la petrolera.
También lanzó críticas contra Enrique Peña Nieto, a quien señaló de haber diseñado un esquema de “rondas” con supuesta inversión privada que nunca llegó. “Lo único que lograron fue endeudar aún más a Pemex con la promesa falsa de que esos ingresos servirían para pagar la deuda. No fue inversión: fue más saqueo”, afirmó. A su juicio, la reforma energética terminó como un fraude en el que las trasnacionales recibieron bloques de explotación sin aportar resultados.
La presidenta insistió en que su proyecto y el del presidente Andrés Manuel López Obrador buscan revertir esa herencia “prianista” de corrupción y endeudamiento. “A nosotros nos toca consolidar y fortalecer a Pemex, hacerlo viable en el largo plazo, porque se trata de la soberanía energética de México”, sostuvo, al tiempo que reiteró que la transición hacia energías limpias será gradual pero inaplazable.
El mensaje, cargado de confrontación, dibuja un parteaguas entre la 4T y los gobiernos anteriores. Sin embargo, pese a la dureza contra el pasado, Sheinbaum no hizo referencia al huachicol fiscal, fenómeno que ha drenado las finanzas públicas en años recientes.
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