El consorcio automotriz Volkswagen confirmó un recorte global de 35 mil empleos como parte de un plan de ajuste de costos para enfrentar la crisis que afecta a la industria automotriz internacional. En Puebla, el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz Volkswagen de México (Sitiavw) advirtió que 1,093 obreros serán dados de baja en los próximos meses.
Puebla de Zaragoza, Pue. — La decisión, anunciada por el director general del grupo, Oliver Blume, se enmarca en una reestructuración global que también impactará a otras marcas del consorcio como Audi, Porsche y Cariad —la división de software—. En total, el grupo reducirá más de 42 mil empleos en el mundo: 35 mil en Volkswagen, 7,500 en Audi, 4 mil en Porsche y 1,600 en Cariad.
Blume explicó que los recortes se aplicarán de forma escalonada y en coordinación con los sindicatos, privilegiando una salida “socialmente responsable”. Sin embargo, reconoció que la medida responde a factores económicos y estructurales que han debilitado la rentabilidad del grupo: el encarecimiento de los aranceles en Estados Unidos, la caída en las ventas de autos eléctricos y la competencia creciente de fabricantes chinos.
Además, las exigencias medioambientales de la Unión Europea han incrementado los costos de producción al acelerar la transición hacia la electromovilidad, lo que ha puesto en jaque a las plantas europeas. “Estamos avanzando a buen ritmo”, dijo Blume, al subrayar que la reestructuración busca garantizar la estabilidad y competitividad del grupo “en tiempos turbulentos”.
En el caso de Volkswagen Puebla, la situación había sido anticipada desde agosto por Hugo Tlalpan, secretario general del Sitiavw. El dirigente sindical confirmó que el recorte de 1,093 trabajadores se debe a la reducción de un turno completo en la línea de producción, tras ajustarse las proyecciones de ensamble por una baja en la demanda internacional. “De acuerdo al volumen de producción pronosticado para este año y el siguiente se necesita dejar de producir 50,000 unidades (…) sobran 1,093 puestos de trabajo”, señaló.
Con una plantilla de 7,131 obreros sindicalizados, la pérdida equivale al 15 por ciento del personal. Aunque el sindicato logró postergar la discusión ante el tribunal laboral hasta octubre de 2025, el propio Tlalpan admitió que el aplazamiento “solo gana tiempo”, pues las alternativas para conservar los empleos son limitadas.
El recorte en Puebla se convierte así en la expresión local de una crisis global que golpea al corazón industrial del país. La disminución de las exportaciones, el freno en la industria automotriz y la fragilidad del modelo laboral que sostuvo por décadas a la entidad confirman que la transición tecnológica y económica ya cobra sus primeras víctimas.
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