El programa Immex, creado para impulsar la exportación y fortalecer la industria mexicana, enfrenta su mayor crisis en casi dos décadas. Lo que nació como una herramienta de competitividad, terminó convertido en refugio para el contrabando, la simulación y la pérdida de empleos.

InfoSotckMxManuel Espinosa Maurer se presenta como “exindustrial”. Durante años, su empresa textil Espintex, en Huejotzingo, Puebla, fue un referente de innovación: producía más de 500 toneladas de hilo de algodón al mes y abastecía a la industria nacional. Hoy, sus instalaciones están detenidas y sus trabajadores, liquidados. “Estamos a favor del programa Immex, pero en contra de su mal uso”, afirma como presidente de la Comisión de Aduanas de la Concamin.

El programa Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación fue creado en 2006 para permitir importaciones libres de impuestos, siempre que los insumos fueran transformados y exportados. Pero con el tiempo, muchas empresas dejaron de cumplir esa regla: los productos importados quedaban en el mercado interno, destruyendo la competencia legítima. “No le tenemos miedo a la competencia, pero sí a un piso disparejo”, advierte Alejandro Malagón, presidente de la Concamin.

El deterioro se refleja en los números. Cada año, la Secretaría de Economía daba de baja unas 300 empresas bajo Immex; en 2025, la cifra se disparó a 416 cancelaciones, revela Israel Morales, director del Comité de Relación México-EU de Index. La Operación Limpieza, encabezada por Marcelo Ebrard, canceló ocho compañías en Baja California, Aguascalientes y Jalisco que simularon exportaciones por 24 mil millones de pesos. En paralelo, se desmantelaron cinco empresas fachada en el sector calzado con importaciones irregulares por 9 mil millones.

“Ya basta. Se acabó”

En el Salón de la Piel y el Calzado en León, Guanajuato, Ebrard anunció un decreto que prohíbe la importación temporal de calzado bajo Immex. “Si quieres importar, paga impuestos”, sentenció. Entre 2019 y 2024, las importaciones del sector pasaron de 3.7 a 40 millones de pares. Según Jael Durán, directora general de Index, muchas de las empresas dadas de baja eran “fantasmas” que importaban insumos asiáticos que nunca transformaban ni exportaban.

El problema también toca a las aduanas. La Agencia Nacional de Aduanas de México canceló 41 patentes de agentes vinculados con operaciones ilegales. “Los agentes deben ser aliados, pero cuando no actúan bien, deben tener consecuencias”, resume Espinosa.

Ante la crisis, Index presentó al Gobierno su propuesta Immex 4.0, que busca blindar el programa mediante mayor contenido nacional, sustitución de importaciones y modernización tecnológica. Incluso Claudia Sheinbaum ha mostrado interés en revisar el esquema, al considerarlo estratégico pero vulnerable.

El futuro de Immex depende de si logra renacer como una herramienta real de competitividad o si quedará como ejemplo de cómo un programa industrial puede ser devorado por la corrupción y el abuso.

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