La detención de “El Chamoy” con lanzagranadas, explosivos y armamento militar en una camioneta robada con destino a Puebla, confirma lo que las autoridades han evitado reconocer: San Martín Texmelucan se ha convertido en el eje operativo del Cártel Jalisco Nueva Generación en el centro del país.
San Martín Texmelucan, Pue. — La madrugada del jueves, un joven de 18 años identificado como Víctor Gabriel “N”, alias “El Chamoy”, fue detenido en Apizaco, Tlaxcala, mientras transportaba un arsenal que incluía lanzagranadas, granadas, explosivos artesanales, fusiles de asalto y más de 500 cartuchos útiles. Su destino, según declaró ante las autoridades, era San Martín Texmelucan.
El hallazgo no es un hecho aislado. De acuerdo con "El Chamoy", Texmelucan se ha consolidado como el punto de enlace entre los corredores criminales del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y las rutas de trasiego que cruzan el centro del país. El municipio funciona como un nodo logístico: punto intermedio entre Veracruz, donde se reciben armas y precursores químicos, y la Megalópolis, donde se distribuyen drogas, combustible y armamento.
La detención de “El Chamoy” fue producto de un operativo conjunto entre la Secretaría de Marina y la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Tlaxcala, luego de que el C5i detectara la camioneta robada por un arco Repuvet. Dentro de la unidad fueron localizados explosivos adaptados para drones, chalecos tácticos, silenciadores, y placas balísticas: equipo de guerra que rebasa por completo el perfil delictivo común en la región.
Fuentes de inteligencia federal consultadas han señalado que desde 2022 el CJNG opera en Puebla bajo una nueva estructura híbrida: células pequeñas, móviles, con base en municipios como Texmelucan, Huejotzingo, Tlahuapan, San Salvador El Verde, Puebla y otros más. Estas células no sólo se dedican al robo de combustible, sino también al tráfico de armas y drogas, extorsión, y control de rutas de transporte de carga.
El operativo en Apizaco, por tanto, confirma una tendencia: Texmelucan ya no es sólo un punto de paso, sino un centro de mando táctico. Los explosivos decomisados a “El Chamoy” —uno de ellos compatible con sistemas usados por drones de ataque— revelan una mutación en el nivel de capacidad bélica de las organizaciones criminales que operan en el corredor Puebla–Tlaxcala.
El destino del cargamento y la declaración del detenido son elementos que apuntan a un crecimiento del arsenal logístico del CJNG en territorio poblano. La ruta de Veracruz a Texmelucan es estratégica: conecta el puerto con los ductos de Pemex, las autopistas federales y los cruces hacia el Estado de México y la Ciudad de México.
Mientras el discurso oficial insiste en la “coordinación interinstitucional”, los hechos exhiben la fractura de las capacidades locales de seguridad. En los últimos meses, Texmelucan ha sido escenario de ataques armados, levantones y operativos fallidos contra presuntos integrantes del crimen organizado. La presencia militar y federal se mantiene, pero sin resultados visibles.
La detención de “El Chamoy” sólo abre una grieta en la superficie de una red más amplia. Una red que convierte a San Martín Texmelucan —antiguo motor industrial-criminal del corredor Puebla–Tlaxcala— en el nuevo epicentro operativo del Cártel Jalisco Nueva Generación en el centro de México.
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