La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que el aumento al impuesto especial sobre bebidas azucaradas y productos con alto contenido de azúcar no busca incrementar la recaudación, sino reducir los índices de obesidad y diabetes en México. “El objetivo no es recaudar dinero, sino que se consuma menos”, subrayó.
CDMX — Durante su conferencia matutina, Sheinbaum explicó que el incremento, contemplado en el paquete fiscal 2026, forma parte de una política integral de salud pública acompañada por una campaña informativa de la Secretaría de Salud sobre los efectos del consumo excesivo de bebidas azucaradas y comida ultraprocesada.
“Esto va acompañado de una campaña de información del Gobierno de México. El objetivo no es recaudar, sino modificar los hábitos de consumo”, reiteró la mandataria.
Sheinbaum recordó que el sobrepeso infantil ha aumentado, según mediciones del programa federal ‘Vive saludable, vive feliz’, aplicado a niñas y niños de educación primaria. “El nivel de diabetes, hipertensión y obesidad infantil ha crecido, y está asociado al consumo excesivo de comida chatarra y bebidas azucaradas”, enfatizó.
La presidenta sostuvo que el impuesto busca provocar una reducción directa en la compra de refrescos: “Si antes destinabas 100 pesos a comprar bebidas azucaradas, ahora seguirás gastando lo mismo, pero comprando menos. Ese es el objetivo”.
Acuerdo con la industria: menos azúcar y publicidad restringida
Sheinbaum reveló que el Gobierno alcanzó un acuerdo con la industria refresquera que contempla una reducción del 30% en el contenido de azúcar de las bebidas, restricciones a la publicidad dirigida a menores y una diferenciación de precios entre bebidas azucaradas y sin calorías. A cambio, se moderó el aumento del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
El subsecretario de Salud, Eduardo Clark, detalló que el IEPS se mantendrá en 3.08 pesos por litro para las bebidas con azúcar, mientras que las versiones sin calorías pagarán 1.50 pesos por litro. Clark subrayó que el acuerdo es público y verificable: “Si seguimos viendo publicidad con menores, claramente no lo están cumpliendo y el Gobierno tiene herramientas para actuar”.
Un país adicto al azúcar
México se ubica entre los mayores consumidores de refrescos del mundo, con un promedio de 166 litros por persona al año, de acuerdo con datos oficiales. El consumo elevado de bebidas azucaradas está estrechamente vinculado con la alta prevalencia de obesidad y diabetes tipo 2, principales causas de mortalidad en el país.
Con esta medida, el Gobierno busca incentivar tanto el cambio de hábitos entre los consumidores como una reformulación en la industria alimentaria. “Si logramos que las empresas bajen el contenido de azúcar en sus productos, ganamos todos”, concluyó Sheinbaum.

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