Los taxistas de Teziutlán no están en contra de la innovación ni de la tecnología, sino del desorden. Exigen al Gobierno del Estado de Puebla una regulación clara frente a las plataformas digitales que operan sin control.
Teziutlán, Pue. — Los taxistas formales han levantado la voz. Su demanda es directa: no se oponen a la modernización, pero sí a la falta de regulación que permite la operación de servicios como la app “Pronto” sin cumplir las obligaciones que la ley exige al transporte público tradicional.
Mientras los conductores formales pagan permisos, realizan mantenimientos obligatorios, cuentan con seguros de responsabilidad civil y se someten a revisiones médicas y de antecedentes, los vehículos que operan con aplicaciones móviles lo hacen sin supervisión ni controles mínimos de seguridad.
Los taxistas denuncian una competencia desigual que pone en riesgo tanto la estabilidad del gremio como la seguridad de los pasajeros. La ausencia de regulación ha generado un vacío legal que el gobierno estatal no ha sabido atender con oportunidad.
La respuesta oficial ha sido, hasta ahora, reactiva y tardía. Solo cuando los trabajadores del volante recurren a manifestaciones o bloqueos, las autoridades intervienen de manera temporal, sin resolver de fondo la problemática.
Los líderes del gremio afirman que Teziutlán merece un transporte moderno, seguro y regulado, donde la tecnología se combine con la legalidad y el respeto a los derechos laborales. No buscan eliminar la aplicación: piden igualdad de condiciones.
Su mensaje al gobernador es claro:
- Establecer un diálogo serio y permanente.
- Crear marcos legales sólidos para regular las plataformas digitales.
- Garantizar una aplicación constante de la ley, no solo cuando la tensión social escala.
Teziutlán no quiere frenar el progreso: quiere ordenarlo. La verdadera modernización no excluye ni destruye; se construye con reglas justas para todos.

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