Arkhé

De Iskra al Gen Z
Un fantasma recorre México, pero no es el del comunismo. Es el de 40 millones de jóvenes sin futuro calculable.

Horacio De la Cruz S.

|@Region_Global

Por aquellos años ochenta, la Facultad de Economía estaba tomada políticamente por el Partido Comunista Mexicano. Elena Sandoval, mi maestra de matemáticas y exdirectora de la Facultad, era dirigente destacada de esa organización política. Era de las pocas personalidades de Izquierda sólidas que recuerdo, a pesar de que durante siete semestres cursaba todos los días materias que, de alguna u otra manera, conducían a las tesis marxistas-leninistas. Leer gran parte de la literatura del "socialismo científico" era obligado.

Con ese motivo y el de las manifestaciones de la Generación Z en más de 80 ciudades del país y la respuesta que ha tenido por parte del Estado mexicano, vino a la memoria el escrito que hace 122 años, desde el exilio gélido de 1902, Vladimir Ilich Lenin publicó a manera de manifiesto: ¿Qué hacer? Problemas candentes de nuestro movimiento. Se trata, básicamente, de un manual para la insurrección en la Rusia zarista que sentaría las bases del Partido Bolchevique y, a la postre, de un siglo de revoluciones, totalitarismos y conflictos ideológicos, de Rusia a Cuba. ¿Qué hacer?, sin más, es un manual para formar revolucionarios profesionales que, entre miles, formaron en América Latina a Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum desde la UNAM.

Hay que leerlo para saber que es el guion de Morena, ni más ni menos.

El problema es que no estamos en el nacimiento del siglo XX y el espacio-tiempo no tiene retorno, por más que quieran forzar su curvatura inmediata. Ya hemos explicado en una colaboración anterior que México se encuentra en la antesala de su propia convulsión.[1] El resultado del proyecto de "Andresmanuelovich" (mote que él mismo adoptó) es un Estado nacional-populista corrupto que ha destruido no el statu quo de la oligarquía mexicana del siglo XX, pero sí el futuro de la Generación Z y las que siguen. Ahora mismo, los programas clientelares con Claudia se financian con deuda en medio de una economía estancada, la inversión va en caída libre y tenemos un sector salud y de pensiones al borde del colapso, entre muchas otras variables negativas. Si a ello añadimos la mezcla explosiva que para México comienza a significar el desplazamiento laboral por la inteligencia artificial, tenemos una ecuación de jóvenes sin oportunidades y adultos sin esperanza.

Así como la industrialización del siglo XIX creó las condiciones materiales para el leninismo, la disrupción de la inteligencia artificial está generando una nueva clase de desplazados económicos que requiere respuestas inéditas, no manuales de 1902.

La "masa crítica" de la que Lenin hablaba está gestándose nuevamente en México, pero el contexto es radicalmente distinto.

El manual de Morena —el viejo ¿Qué hacer?— resulta no solo obsoleto, sino peligroso. El modelo de "vanguardia progresista" y lucha de clases, como a lo largo del siglo XX, nuevamente demuestra su capacidad para engendrar violencia, sometimiento y regímenes totalitarios. La Generación Z, y la sociedad mexicana en general, no debe seguir el juego de ese calvario.

El primer piso de la Cuarta Transformación (4T) —y por lógica el segundo también— se construyó sobre un edificio derruido. La gravedad (como concepto de física clásica o relativista) ya está haciendo su trabajo; es cuestión de tiempo para que colapse solo. El punto de no retorno llegará entre 2028 y 2029, cuando la capacidad institucional caiga por debajo de 0.15 mientras el rezago tecnológico supere 0.50.[1] Ninguna reforma podrá entonces revertir la trayectoria en el horizonte temporal relevante para esta generación.

No hay necesidad de enfrentarse a ese viejo Estado que ya mostró su verdadero rostro, violento y represivo. Ahora, lo que es imperativo es avanzar hacia la formulación de ideas viables para la rápida reconstrucción de México: formular un nuevo ¿Qué hacer? para el siglo XXI mexicano, uno que se aparte de las doctrinas caducas y abrace las herramientas tecnológicas contemporáneas y una ética pública genuina.

El viejo "¿Qué hacer?" a la basura de la historia

El modelo leninista de Andresmanuelovich es un modelo que solo se sostiene en un contexto de represión cotidiana (en sus diferentes expresiones e intensidades) y analfabetismo masivo. Ha conducido a México al lugar común que le es propio en todos los lugares donde se ha instrumentado (de Cuba a Venezuela en Latinoamérica): una élite burocrática privilegiada, basada en una estructura jerárquica y monolítica diseñada para el control absoluto.

La lucha de clases (hoy reempaquetada como izquierda vs. derecha) es el motor exclusivo; es la visión de la sociedad como un campo de batalla entre opuestos irreconciliables, donde —se tardaron— la violencia es una herramienta legítima para alcanzar el fin deseado: antes la dictadura del proletariado, hoy el "gobierno del pueblo para el pueblo" (mandar obedeciendo... y toda la retahíla de ocurrencias que conocemos).

El Estado ha sido su conquista y el orden institucional ha quedado supeditado a la hegemonía del partido ("al diablo sus instituciones").

El resultado: en el México actual, la "vanguardia" de Andresmanuelovich (Lenin), seguida por Claudia (¿Stalin?), solo ha profundizado la polarización y un centralismo férreo que replica la concentración de poder y la "lucha de clases" (izquierda buena vs. derecha de los malos) como único prisma político y social.

El nuevo "¿Qué hacer?"

La Generación Z, y las que le siguen, deben salir de ese juego perverso. No buscar la "revolución", sino la evolución. Las condiciones están dadas para el surgimiento de un nuevo modelo de convivencia política y un nuevo contrato social.

No por voluntarismo político, sino por necesidad matemática: cuando la presión social acumulada (Ψ) alcance 0.619 en 2029, ningún discurso revolucionario del siglo XX podrá contener la crisis.[1] La Generación Z necesita respuestas del siglo XXI, no manuales de 1902. Necesita un nuevo ¿Qué hacer? construido sobre tecnología descentralizada, oportunidades reales y dignidad recuperada.


[Continuará en la Parte II]


Referencias

[1] De la Cruz S., Horacio. “Arkhé | La fractura generacional que Claudia no está viendo (o no quiere ver)”, Región Global, noviembre de 2024. Disponible en: https://www.regionglobal.mx/2025/11/arkhe-la-fractura-generacional-que.html

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