El sábado uno de febrero de 2025 quedará marcado en la historia económica mundial como el día que inició una guerra comercial sin precedentes, al final del primer cuarto del siglo XXI. Su arquitecto: Donald Trump, el 47º presidente de los Estados Unidos, quien en un solo movimiento desafió a sus tres principales socios comerciales: México, Canadá y China.
CDMX (Región Global) - La medida, anunciada por la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, establece aranceles del 25% sobre productos provenientes de México y Canadá, junto con un 10% sobre importaciones chinas. La justificación oficial: combatir el flujo de drogas ilegales, particularmente el fentanilo, y controlar la inmigración irregular.
En conferencia de prensa Leavitt expresó:
“Estuve con el presidente en la Oficina Oval y puedo confirmar que mañana (...) el presidente implementará un arancel del 25% a México, aranceles del 25% a Canadá y un arancel del 10% a China por el fentanilo ilegal que han permitido distribuir en nuestro país y que ha matado a decenas de miles de estadounidenses (...). Esos aranceles estarán a disposición del público en aproximadamente 24 horas, mañana, para que puedan leerlos”.
"La cantidad de fentanilo que se ha incautado en la frontera sur en los últimos años tiene el potencial de matar a decenas de millones de estadounidenses", declaró Leavitt durante la conferencia de prensa, evidenciando la determinación de la administración de utilizar herramientas económicas para abordar asuntos de seguridad nacional.
La respuesta internacional fue inmediata. Desde Ottawa, el primer ministro Justin Trudeau advirtió que "nadie, de ningún lado de la frontera, quiere ver aranceles estadounidenses sobre productos canadienses", prometiendo una "respuesta contundente e inmediata". Por la mañana la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que su gobierno está "preparado para cualquier escenario", aunque enfatizó su preferencia por "el diálogo con respeto".
La imposición de aranceles llega en un momento en el que las estadísticas muestran una reducción significativa en los cruces fronterizos ilegales. En la frontera sur, los números cayeron de 250,000 en diciembre de 2023 a aproximadamente 47,000 en la actualidad. La frontera norte registró una disminución aún más dramática, de 23,000 a 510 arrestos.
Expertos también proyectan consecuencias graves para la economía estadounidense. Según estimaciones del Laboratorio de Presupuesto de Yale, el impacto en los hogares estadounidenses podría traducirse en un aumento promedio de $1,300 en gastos anuales por familia. El análisis de S&P Global identifica como sectores más vulnerables la industria automotriz y de equipos eléctricos en México, el procesamiento de minerales en Canadá, y los sectores agrícola, pesquero, metalúrgico y automotriz en Estados Unidos.
El sector energético podría recibir un tratamiento especial. Desde la Oficina Oval, Trump sugirió posibles exenciones para las importaciones de petróleo, reconociendo la dependencia crítica de las refinerías estadounidenses del crudo pesado canadiense y mexicano, que representa aproximadamente el 67% de las importaciones petroleras del país. Según Tom Kloza, director global de análisis energético de Oil Price Information Service, sin estas exenciones, los precios de la gasolina en el Medio Oeste podrían aumentar entre 15 y 20 centavos por galón.
Howard Lutnick, nominado a Secretario de Comercio, defendió los aranceles como una herramienta necesaria para establecer "reciprocidad" en las relaciones comerciales. El Secretario del Tesoro Scott Bessent sugirió una implementación gradual para mitigar impactos económicos adversos, argumentando que los exportadores extranjeros podrían absorber parte del costo.
Economistas advierten que estas medidas podrían desencadenar efectos en cadena en la economía global. Los aranceles serían "muy costosos" para las empresas estadounidenses, toda vez que las fábricas dependen críticamente de insumos canadienses y mexicanos.
La Reserva Federal enfrenta ahora un dilema adicional en su lucha contra la inflación. Con las tasas de interés en pausa y una meta del 2% de inflación, los nuevos aranceles podrían complicar significativamente el panorama económico, obligando potencialmente a reconsiderar su estrategia monetaria.
La política comercial estadounidense marca el retorno de las tácticas agresivas características del primer mandato de Trump, pero a una escala sin precedentes. Los mercados comienzan a descomponerse. En México el dólar se dispara a más de 20.70 y la Bolsa Mexicana de Valores ha caído más de 900 puntos, en un contexto donde la única certeza es que el primero de febrero de 2025 inicia una guerra comercial a gran escala.
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