Colossal Biosciences logró lo impensable: devolver a la vida a una especie extinta hace más de 10 mil años. Con la ingeniería genética como herramienta, la biotecnología abre una nueva era en la conservación y en el debate científico.
InfoStockMx - Durante el Pleistoceno, los lobos ‘terribles’ (dire wolves) dominaron América del Norte. Más grandes y robustos que el lobo gris, se extinguieron hace unos 13 mil años con el fin de la última glaciación. Sin embargo, lo que parecía definitivo cambió en 2025, cuando la empresa Colossal Biosciences anunció el nacimiento de Rómulo, Remo y Khaleesi, los primeros ejemplares ‘desextintos’ de la historia.
Estos lobos fueron creados mediante modificaciones genéticas a partir de ADN fósil, rescatado de restos de hasta 72 mil años de antigüedad. La técnica, que alteró el genoma del lobo gris para hacerlo coincidir con el del lobo terrible, permitió la gestación de los cachorros en madres sustitutas, marcando un hito en la biotecnología.
El peso de la ficción en la realidad
El lobo terrible es célebre no solo en la paleontología, sino en la cultura popular. En ‘Juego de Tronos’, los lobos huargos representan a la Casa Stark, un vínculo que Colossal aprovechó al nombrar a uno de sus cachorros Khaleesi, en honor al personaje de la serie. George R.R. Martin, creador de las novelas, incluso participó como asesor cultural en el proyecto.
Más allá de la televisión, estos lobos han aparecido en juegos de rol como ‘Calabozos y Dragones’ y videojuegos como ‘World of Warcraft’, consolidando su imagen como criaturas legendarias que ahora han cobrado vida.
¿Avance científico o un dilema ético?
El proyecto de Colossal no ha estado exento de críticas. Bioeticistas como Robert Klitzman advierten sobre los riesgos de estas técnicas: desde el sufrimiento de las madres sustitutas hasta posibles malformaciones genéticas. Además, se cuestiona la reintroducción de especies en ecosistemas que han cambiado drásticamente en miles de años.
Con un equipo de más de 130 científicos, Colossal argumenta que la ‘des-extinción’ no es solo una proeza tecnológica, sino una estrategia para restaurar el equilibrio ecológico. Bajo su lema de ‘evolución consciente’, la empresa sostiene que estos avances también podrían aplicarse para fortalecer especies en peligro de extinción.
El futuro de la des-extinción: ¿qué sigue?
El lobo terrible es solo el inicio. Colossal trabaja en la resurrección de otras especies, entre ellas:
El mamut lanudo: Usando ADN de restos congelados y elefantes asiáticos como base genética, la empresa busca crear híbridos capaces de repoblar la tundra.
El dodo: Exterminado en el siglo XVII, este ave podría regresar a su hábitat en la isla Mauricio gracias a la edición genética.
El tilacino o tigre de Tasmania: Extinto en los años 30, es el foco de un proyecto conjunto con científicos australianos para su clonación.
La idea de traer de vuelta especies extintas ha pasado de la ciencia ficción a la realidad. No obstante, el debate continúa: ¿estamos reparando los daños del pasado o desafiando los límites naturales? Mientras la biotecnología avanza, el futuro de la ‘des-extinción’ sigue escribiéndose, entre la promesa de restaurar ecosistemas y la incertidumbre de jugar con el orden evolutivo.
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