Julia Elena Abdalá Lemus admite haber recibido 4.5 millones de dólares de la familia Weinberg; pero aclara, fue por la venta de un hotel boutique en la Ciudad de México. Sin embargo, el origen de estos fondos y la estructura de la operación despiertan dudas legales que requieren respuestas claras.
CDMX - La pareja del exdirector de la CFE, Manuel Bartlett, ha confirmado las millonarias transferencias realizadas por los Weinberg, identificados por la autoridad como operadores financieros de Genaro García Luna. Según Abdalá, el dinero fue parte de una operación legítima: la venta de un hotel boutique en la Colonia Anzures.
La transacción, sostiene, se llevó a cabo el 1 de mayo de 2012 mediante la escritura 5926, antes de que Bartlett asumiera como senador, con lo que busca desligarlo del escándalo.
Sin embargo, los detalles financieros generan más interrogantes que certezas. De los 4.5 millones de dólares, 2.64 millones fueron depositados en sus cuentas personales, mientras que 1.89 millones terminaron en Roybell International Inc, una offshore panameña bajo su control.
La utilización de estructuras en paraísos fiscales, aunque no ilegal por sí misma, plantea dudas sobre la transparencia de la transacción y la trazabilidad de los fondos.
Preguntas, sólo preguntas que siguen sin respuesta
- Si la venta se realizó en 2012, ¿por qué las transferencias ocurrieron entre 2012 y 2017? ¿Se trató de pagos diferidos o de una estrategia financiera para diluir el origen de los fondos?
- ¿Existe evidencia de que el hotel realmente operó como tal antes de la venta? ¿Cuál era su estatus fiscal y operativo?
- ¿Por qué parte del dinero fue depositada en una offshore panameña en lugar de ser transferida directamente a cuentas nacionales?
- ¿Qué relación exacta mantenía Abdalá con la familia Weinberg antes y después de la transacción?
- ¿Investigó la UIF si los fondos utilizados por los Weinberg en esta compra provenían de actividades ilícitas?
- Si la operación fue legal y documentada, ¿por qué no se hizo pública hasta que MCCI reveló las transferencias?
Mucho por aclarar sin duda. Las autoridades de la UIF aún deben esclarecer si esta venta fue una transacción comercial genuina o una simulación financiera que permitió el movimiento de capitales de dudosa procedencia. Mientras tanto, el escándalo sigue creciendo y las grietas en la 4T, notoriamente en Puebla, son cada vez más evidentes.
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