Un nuevo capítulo del oportunismo político a cargo de militantes de Morena fue exhibido utilizando el Buque Escuela *Cuauhtémoc*, símbolo de la Armada de México, como plataforma de campaña en Nueva York, justo antes del accidente que costó la vida a dos marinos.

InfoStockMx, NY - El incidente, sin duda, expone el uso cada vez más cínico de recursos públicos por parte del partido gobernante. Lo que debía ser una visita institucional y diplomática del Buque Escuela *Cuauhtémoc* en Estados Unidos terminó convertido en escenario de promoción electoral por parte de un grupo de morenistas. A espaldas de las normas electorales, y en abierta apropiación de un activo militar, se difundieron videos desde la embarcación invitando a votar por nombres y números específicos de candidatos judiciales, en una contienda que ni siquiera permite sufragio desde el extranjero. La puesta en escena no fue improvisada: fue calculada, grabada y difundida como parte de una estrategia que refleja la vocación de poder total de un partido que no reconoce límites institucionales ni éticos.

Los protagonistas de esta escena no fueron improvisados turistas ni ciudadanos espontáneos: se trató de integrantes del Comité Morena New York 1, quienes grabaron al menos cuatro videos desde la estructura del *Cuauhtémoc*. En ellos llamaron a votar por Lenia Batres, César Gutiérrez Priego y otros siete aspirantes afines a la 4T. El mensaje fue claro: consolidar una mayoría política en el Poder Judicial para desmontar lo que llaman “jueces corruptos”. Todo esto desde un buque militar, en territorio extranjero, y antes de un accidente que convirtió la propaganda en tragedia nacional.

El contexto no es menor. Desde enero, el INE determinó que los mexicanos residentes fuera del país no podrán participar en la elección judicial. No obstante, eso no detuvo el espectáculo. En plena conciencia de que los electores de Nueva York no están habilitados para votar, Morena decidió aprovechar el símbolo, el escenario y el momento. El populismo visual lo es todo: un buque imponente, una bandera ondeando, un mensaje fácil de viralizar. Lo demás, como siempre, es prescindible para el oficialismo.

El uso del buque como plataforma política viola no sólo el espíritu, sino la letra de la ley. La legislación electoral es explícita: los partidos no pueden hacer llamados al voto en este proceso judicial, y mucho menos usar recursos públicos para ello. El hecho de que el Buque Escuela esté bajo resguardo de la Secretaría de Marina —institución militar y federal— agrava la ofensa. Es un acto de propaganda desde el Estado mismo, ejecutado por operadores afines a un partido que confunde la administración pública con su aparato de campaña.

Y luego vino el desastre. El accidente del *Cuauhtémoc*, al zarpar hacia Reikiavik, dejó dos marinos muertos y al menos veinte heridos, once de ellos en estado grave. La causa: pérdida de propulsión y colisión del mástil con el Puente de Brooklyn. La tragedia realzó la indignación. Ya no se trataba sólo de propaganda indebida, sino de una secuencia simbólica brutal: primero el uso político, después la catástrofe.

La reacción de la dirigencia morenista fue predecible. Luisa Alcalde y Claudia Sheinbaum pidieron “no hacer uso político del accidente”, como si no fueran ellos quienes primero lo hicieron del buque. La línea discursiva fue rápida y defensiva: condolencias, respaldo a la Marina, y una advertencia contra quienes “buscan sacar ventaja”. Sin embargo, el intento de blindaje político llegó tarde: el uso del buque ya estaba documentado en redes, los videos circulaban, los nombres estaban registrados. No se trató de un accidente convertido en escándalo, sino de una campaña oportunista coronada con una desgracia.

La oposición, encabezada por legisladores del PAN, exigió al INE una investigación por violación a la normativa electoral, y al Ejecutivo federal un informe sobre el accidente y el presunto descuido en el mantenimiento del buque. El reclamo también alcanzó a la Secretaría de Marina: ¿por qué se permitió que una plataforma militar fuera usada como podio electoral?

Este episodio no es aislado. Se inscribe en una tendencia preocupante del morenismo: el uso sin recato de recursos públicos para fines políticos, la confusión deliberada entre partido y Estado, y una narrativa donde todo lo que refuerza al proyecto de la 4T es válido, incluso si vulnera la ley o pone en riesgo vidas humanas. Lo ocurrido en el *Cuauhtémoc* es la metáfora perfecta del momento: la propaganda primero, el país después.