La indignación estalló en la Sierra Norte de Puebla. Habitantes de comunidades cercanas bloquearon la carretera Xaltepuxtla–San Lorenzo, a la altura de la caseta de vigilancia que lleva meses sin operar. ¿El detonante? Un nuevo asalto a transporte público en el tramo La Nopalera, en el municipio de Tlaola, sobre la ruta Huauchinango–Chiconcuautla.

Tlaola, Pue.- Con piedras, ramas y pancartas, los vecinos interrumpieron el paso vehicular desde la mañana del sábado. El mensaje era claro: “la caseta es del pueblo, construida con recursos del pueblo”. La frase formó eco entre los manifestantes que, con hartazgo acumulado, exigieron respuestas concretas al abandono policial.

No se trataba de un hecho aislado, sino de una secuencia de delitos que ha puesto en jaque la movilidad y la seguridad de cientos de usuarios que dependen del transporte público en la región.

“Nos prometieron vigilancia y nos dejaron solos. Ya no queremos promesas, queremos patrullas en la carretera”, dijo uno de los pobladores que participó en el cierre.

Detrás del abandono de la caseta de vigilancia hay una madeja de trámites detenidos y conflictos con los propietarios del predio, según fuentes municipales. Sin embargo, para la población, eso no justifica la omisión: “si se pudo construir, se puede operar”, insistieron.

Después de varias horas de tensión, representantes del Ayuntamiento entablaron diálogo con los manifestantes. El acuerdo fue pragmático: liberar la carretera a cambio del compromiso de reactivar la vigilancia y establecer patrullajes constantes en los puntos críticos. La vía fue reabierta.

El bloqueo en San Lorenzo dejó al descubierto más que una caseta en desuso: evidenció una deficiente seguridad y delitos crecientes en la Sierra Norte, donde las comunidades han comenzado a levantar la voz y a cerrar caminos para abrir soluciones.