En su primera acción concreta tras los ataques lanzados por Estados Unidos contra sus instalaciones nucleares, el Parlamento de Irán aprobó este domingo el cierre inmediato del Estrecho de Ormuz, un paso marítimo por donde circula aproximadamente el 20 por ciento del petróleo y gas que abastece al mundo.
Teherán — La medida, de altísimo impacto global, representa una medida crítica en la escalada regional y marca una nueva fase en el enfrentamiento entre Teherán y Washington. La decisión llega horas después de que funcionarios del Pentágono confirmaran que tres de los sitios nucleares iraníes —Fordo, Natanz e Isfahan— sufrieron "daños severos" por el ataque con misiles y bombas guiadas lanzado la madrugada del domingo.
Aunque el presidente Donald Trump proclamó que las instalaciones fueron "completa y totalmente destruidas", los informes técnicos desde Washington y Teherán han mostrado que el resultado es incierto y parcial.
La aprobación legislativa para cerrar el estrecho no es solo una respuesta simbólica. Se trata de una acción estratégica con consecuencias inmediatas para el comercio global de energía, ya que bloquea la ruta por la que transitan millones de barriles de petróleo al día desde los países del Golfo hacia Europa, Asia y América. Mexconomy señalan que este movimiento multiplica los riesgos de una guerra abierta con participación naval directa de potencias internacionales, incluyendo a Estados Unidos, Reino Unido y Arabia Saudita.
La decisión fue anunciada tras una sesión extraordinaria del parlamento iraní, donde legisladores acusaron a Estados Unidos de cometer un acto de guerra y de intentar destruir la soberanía nuclear de Irán. En un comunicado conjunto, los parlamentarios afirmaron que el estrecho permanecerá cerrado "hasta que se garantice la seguridad total del territorio iraní y se levanten las agresiones extranjeras".
Mientras tanto, el Consejo de Seguridad de la ONU se prepara para una sesión de emergencia solicitada por Irán, y se espera que las principales potencias del mundo emitan posicionamientos sobre la legalidad del cierre y sus implicaciones para el suministro global.
El cierre del Estrecho de Ormuz activa una serie de alarmas en los mercados energéticos y diplomáticos. El crudo registró un aumento inmediato en los precios en las primeras operaciones del domingo por la noche, y se anticipa que las bolsas internacionales abran el lunes bajo fuerte presión. Para muchas economías dependientes del petróleo del Golfo, el cierre representa un golpe potencialmente devastador.
Más allá del impacto económico, la medida marca una nueva etapa en el conflicto. Mientras que Trump ha insistido en que su administración no busca una guerra total, el bloqueo marítimo por parte de Irán podría forzar una respuesta militar de amplio alcance, especialmente si se impide el paso a barcos de bandera extranjera.
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