Donald Trump volvió a encender la mecha de la conspiración este fin de semana, al compartir en su red social Truth Social una descabellada teoría: que el presidente Joseph R. Biden habría sido “ejecutado en 2020” y reemplazado por un robot.

InfoStockMx.- La afirmación, carente de pruebas, constituye el último episodio de la estrategia de desinformación que Trump ha convertido en estrategia personal.

El presidente Trump republicó el mensaje poco después de las 10 p.m. del sábado. La publicación original provenía de un usuario marginal, pero bastó un solo click para que la teoría llegara a millones de seguidores. La Casa Blanca no respondió a las solicitudes de comentarios, manteniendo su habitual silencio frente a este tipo de provocaciones.

Trump no escatima en ataques contra Biden. A diario, lo acusa de ser el responsable de todos los males sociales y políticos que aquejan a Estados Unidos. Su retórica incluye cuestionamientos a la capacidad mental de Biden, a quien ha acusado, sin evidencia, de gobernar a través de un autopen —un aparato que firma documentos automáticamente— sin siquiera enterarse. Lo paradójico es que el propio Trump ha reconocido haber usado el mismo sistema en su administración.

El uso de teorías conspirativas es un rasgo constante de su carrera política. No se limita a las redes sociales: durante su paso por la Casa Blanca, Trump rodeó su círculo de asesores de funcionarios afines a estas ideas y convirtió el discurso de la conspiración en una herramienta cotidiana de gobierno. Sus 30,573 afirmaciones falsas o engañosas durante su primer mandato (21 por día, según verificaciones independientes) dan cuenta de su estrategia.

El expresidente ha impulsado narrativas de odio y desinformación incluso frente a líderes extranjeros. En una reunión en la Oficina Oval con el presidente de Sudáfrica, Trump llegó a mostrar una fotografía que supuestamente probaba la existencia de un “genocidio de granjeros blancos” en Sudáfrica. La imagen, sin embargo, era en realidad del conflicto en el Congo oriental. Aunque las estadísticas policiales sudafricanas desmienten que los blancos sean más vulnerables que otros grupos, Trump insistió en el tema, alimentando así una narrativa de racismo inverso.

Un análisis del New York Times de las publicaciones de Trump en redes sociales durante seis meses de 2024 reveló al menos 330 publicaciones en las que el expresidente hablaba de conspiraciones secretas en su contra o en contra del pueblo estadounidense. Entre ellas, acusaciones de que el FBI había ordenado su asesinato y teorías de que el gobierno organizó el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.

El nuevo tema del “robot” surge apenas un día después de que Biden anunciara sentirse bien tras iniciar tratamiento para un cáncer de próstata agresivo. Trump, fiel a su estilo, aprovechó la oportunidad para insinuar que la Casa Blanca ocultó la enfermedad, dando un nuevo giro a su retórica conspirativa.

Pero no es casual. Con cada publicación, Trump refuerza una base de seguidores fieles que encuentran en sus palabras un eco de desconfianza hacia el sistema.