🪨👑 Arqueólogos hallaron en Belice la tumba de Te K’ab Chaak, primer rey de Caracol, revelando riquezas rituales y vínculos con Teotihuacán. El hallazgo redefine el origen y poder de esta dinastía maya, extinta hace más de 1,500 años.

Belice. – Un equipo de arqueólogos, dirigido por los renombrados expertos Diane y Arlen Chase, anunció el descubrimiento de la tumba de Te K’ab Chaak, considerado el primer gobernante de Caracol, una de las ciudades mayas más poderosas en las tierras bajas, ubicada en el actual Belice. El hallazgo, dado a conocer el 10 de julio de 2025 por la Universidad de Houston, promete redefinir la comprensión sobre las élites mayas tempranas.

La tumba fue localizada en la Acrópolis Noreste, un centro ceremonial y residencial para la realeza, y se estima que el monarca fue enterrado alrededor del año 350 d.C., dos décadas después de su ascenso al trono en 331 d.C.

Te K’ab Chaak, cuyo nombre se traduce como “Dios de la Lluvia de Ramas de Árbol”, medía aproximadamente 1.70 metros de altura y, al momento de su muerte, no tenía dientes, lo que indica que alcanzó una edad avanzada, inusual para la época.

“Es un hallazgo asombroso, pues es la primera evidencia directa de un gobernante identificado en Caracol”,

explicó la arqueóloga Diane Chase.

Caracol fue un centro crucial en la región maya, con una población que superó los 100,000 habitantes en su apogeo durante los siglos VI y VII, destacando por su influencia política y ritual.

Dentro del sepulcro, los arqueólogos encontraron una rica colección de objetos ceremoniales: conchas marinas, huesos tallados, cuentas tubulares de jade, vasijas con compleja iconografía y una máscara mortuoria de mosaico de jade.

Arlen Chase destacó que los diseños incluían colibríes, monos y búhos, elementos “nunca antes vistos” en contextos similares, subrayando la excepcional conservación del hallazgo pese al clima húmedo de Belice.

El descubrimiento también arroja luz sobre las conexiones de Caracol con Teotihuacán, ubicada a más de 1,200 kilómetros en el centro de México. Aunque se han hallado objetos teotihuacanos en excavaciones previas, esta tumba antecede la mayor influencia de Teotihuacán en la región, respaldando la teoría de que los primeros gobernantes de Caracol eran locales, pero ya mantenían relaciones rituales y diplomáticas con otras regiones mesoamericanas.

“Tanto el centro de México como la zona maya estaban al tanto de las prácticas rituales del otro, y es posible que Caracol haya establecido relaciones diplomáticas formales con Teotihuacán”,

explicó Arlen Chase.

Te K’ab Chaak es identificado como el fundador de una dinastía que pudo extenderse por más de 460 años, un periodo inusualmente largo en el inestable mundo político maya. Su tumba ofrece una ventana invaluable a las estructuras de poder, religión y relaciones internacionales del Clásico Temprano.

A pesar del entusiasmo, algunos expertos externos llaman a la cautela. Gary Feinman, arqueólogo del Museo Field de Chicago, comentó que, si bien hay evidencia de conexiones con Teotihuacán, el mecanismo detrás de estas relaciones –si fue mediante personas, ideas o comercio– “es más difícil de precisar”.

“Las interpretaciones deberán ser confirmadas con análisis detallados y publicaciones académicas que profundicen en los contextos y dataciones de los objetos hallados”,

subrayó Feinman.

Este hallazgo no solo enriquece la narrativa sobre el poder de Caracol y su interacción con el mundo mesoamericano, sino que también reaviva el debate sobre las complejas redes políticas y simbólicas que tejieron los antiguos mayas en una región interconectada por rituales, comercio y diplomacia mucho antes de lo que se creía.