En medio de una crisis por acusaciones de corrupción y crimen que involucran a figuras prominentes del partido, la dirigencia de Morena emitió un enérgico llamado a la responsabilidad durante su Consejo Nacional, advirtiendo que no protegerán a quienes se desvíen de los principios del movimiento.

CDMX — El escándalo que ha sacudido las estructuras internas de Morena tiene su origen en las acusaciones contra Hernán Bermúdez, ex Secretario de Seguridad de Tabasco, una denuncia que ha terminado por salpicar directamente al ex Gobernador de ese estado y actual coordinador de Morena en el Senado, Adán Augusto López.

Ante esta situación, Luisa María Alcalde, presidenta nacional de Morena, adoptó una postura firme durante el arranque del Consejo Nacional, donde los líderes del partido regañaron públicamente a quienes han estado involucrados o han propiciado escándalos.

Alcalde Manifestó:

Todo aquel que se desvíe de esos principios, debe responder por sus actos, y si existiera alguna duda o señalamiento que sea la autoridad, que sustentada en pruebas, resuelva y determine su responsabilidad.

La dirigente nacional fue enfática al subrayar que el partido no protege a personajes vinculados con tramas de corrupción, recordando los orígenes y principios fundacionales del movimiento.

Desde nuestros orígenes, hemos denunciado con firmeza los pactos de impunidad y la red y las redes mafiosas que durante décadas operaron desde el poder. Morena no protege a persona alguna, sea militante o no, que incurra en actos de corrupción o que traicione los principios que dan vida a nuestro movimiento.

Por su parte, Alfonso Durazo, presidente del Consejo Nacional y Gobernador de Sonora, dirigió duras críticas hacia quienes hacen declaraciones públicas que perjudican al movimiento, exigiendo que los temas internos se manejen de esa manera y no en el exterior.

Durazo advirtió que cualquier tema es retomado por los adversarios y afectan no sólo al movimiento sino también a la presidenta Claudia Sheinbaum, por lo que instó a sus compañeros de partido a actuar con mayor responsabilidad política.

El mandatario sonorense sentenció:

Con un sentido autocrítico, es obligado reconocer que algunas de las tensiones que hoy están en el ambiente político, derivan de iniciativas y reacciones de nuestros propios cuadros, y eso lo vivimos en todos los estados, y eso simple y sencillamente no puede ser.

El llamado de Durazo no fue casual. En una situación que refleja las tensiones internas, en el presidium estaba presente el Gobernador de Tabasco, Javier May, quien precisamente había iniciado las declaraciones públicas contra el Secretario de Seguridad de Adán Augusto López.

Y exhortó Durazo:

Hagamos política interna, dialoguemos con madurez y colaboremos con profesionalismo para que nuestros comportamientos o diferencias no le impongan costos políticos ni al movimiento, ni a nuestra Presidenta y ni a su Gobierno.

El presidente del Consejo Nacional también alertó sobre cómo los adversarios políticos están aprovechando cualquier rendija que abra una diferencia interna para convertirla en una crisis, instando a los militantes a pensar en las consecuencias de sus acciones y declaraciones públicas.

Piensen siempre en las consecuencias y en todos aquellos que van a aprovechar esa oportunidad para generarnos una crisis, así sea artificial, esas mismas voces mediante su capacidad mediática nos fabrican infundios que al correr libremente por las redes, se vuelven señalamiento socialmente irrefutable.

El Consejo Nacional de Morena se convierte en un punto de inflexión para el partido gobernante, que busca cerrar filas y controlar los daños de un escándalo que amenaza con expandirse y afectar tanto la imagen del movimiento como la estabilidad política del gobierno de Claudia Sheinbaum.