🚡 El gobierno de Puebla promete un Cablebús con tecnología de punta. Detrás del discurso se teje un nuevo fideicomiso que concentrará miles de millones de pesos. La movilidad urbana está precedida de una maquinaria financiera en proceso de organización.

Puebla de Zaragoza, Pue. — El Gobierno del Estado de Puebla promete un sistema de teleférico moderno y sin privatizaciones, pero lo que realmente despega es un nuevo fideicomiso multimillonario bajo la sombra de otros 18 instrumentos financieros del estado.

El gobernador Alejandro Armenta ha confirmado el inicio en 2025 de un ambicioso sistema de teleférico con tres líneas que conectarán distintos puntos de la capital poblana. Inspirado en la tecnología del Cablebús de la Ciudad de México, el proyecto poblano no será financiado por concesiones privadas, sino a través de un nuevo fideicomiso estatal que se convertirá en uno de los más robustos de la administración.

La figura fiduciaria —análoga al mecanismo usado para el “Distribuidor Vial Ejército de Oriente”— se sumará a un ecosistema de más de 18 fideicomisos activos. A la fecha todo este aparato opera bajo la narrativa de “flexibilidad financiera”, pero sin auditorías públicas, métricas de impacto ni informes accesibles.

“El dinero alcanza”, afirmó Armenta, al asegurar que el Cablebús se financiará íntegramente con recursos estatales, sin asociaciones público-privadas.

En ese marco, el nuevo fideicomiso del Cablebús será clave: gestionará recursos multimillonarios durante al menos tres años para la construcción y operación del sistema. Según el trazado previsto, el teleférico tendrá tres líneas:

  • Línea 1: La Resurrección – CIS (13 km)
  • Línea 2: CIS – La Paz – CAPU (5.5 km)
  • Línea 3: La Carmela – Bulevar 5 de Mayo (9 km)

Longitud total estimada: 27.5 kilómetros

Con base en los costos reales reportados por el Gobierno de la Ciudad de México para líneas similares del Cablebús:

  • Línea 2 (CDMX, 10.6 km): 3,168 millones de pesos298.1 millones por km
  • Línea 3 (CDMX, 5.42 km): 2,400 millones de pesos442.8 millones por km

Con un promedio conservador de referencia entre ambas (promedio ponderado): aproximadamente 370 millones de pesos por kilómetro, el costo estimado del sistema poblano sería:

  • 13 km × 370 = 4,810 millones de pesos
  • 5.5 km × 370 = 2,035 millones de pesos
  • 9 km × 370 = 3,330 millones de pesos

Costo total aproximado: 10,175 millones de pesos

Todo ese monto será canalizado mediante el nuevo fideicomiso, sin APP, sin fondos federales anunciados y sin que se hayan detallado los esquemas de fiscalización externa o participación ciudadana. Esta concentración de recursos recuerda a otros fideicomisos opacos, como el Fideicomiso 19044 o el F/0144, cuya operación carece de informes públicos verificables.

En paralelo, el INAH confirmó que aprobó los proyectos, pero exigió que no atraviesen la Zona de Monumentos. Por ello, el trazo de la Línea 1 evita el Centro Histórico, y el instituto acompañará con supervisión arqueológica para preservar hallazgos.

Más allá de la movilidad, el caso del Cablebús poblano exhibe la consolidación de un modelo financiero que prioriza la concentración presupuestal fuera del escrutinio ordinario. Por ejemplo los fideicomisos estatales generan millones de pesos mensuales en intereses, una cifra que no se reporta con claridad y cuya administración recae en manos selectas del aparato ejecutivo.

El Cablebús poblano es, sobre el papel, un proyecto de infraestructura urbana; en la práctica, representa una maquinaria financiera de gran escala. La pregunta es inevitable: ¿seguirá el nuevo fideicomiso el mismo patrón de discrecionalidad que domina en Puebla —mucho dinero, poca información, ninguna evaluación—? ¿Se construirá sin vigilancia ciudadana, sin control legislativo y sin garantías de transparencia sobre el destino de sus miles de millones de pesos?