🇺🇸💼 El presidente Donald Trump pospuso al 1 de agosto su tregua arancelaria, fijando ya nuevos gravámenes para socios como Japón y Corea del Sur. Asegura que podrían modificarse, pero advierte: quien suba aranceles a EE.UU., recibirá más.

Mexconomy — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aplazó del 9 de julio al 1 de agosto la entrada en vigor de nuevos aranceles para sus socios comerciales, al tiempo que notificó a varios de ellos los gravámenes que tendrán que pagar si no eliminan sus barreras a productos estadounidenses.

Diría que son firmes, pero no al 100 %. Si nos llaman y quieren hacer algo diferente, estaremos abiertos a ello
”, explicó Trump, dejando abierta la posibilidad de otro aplazamiento si se abren negociaciones.

La prórroga quedó formalizada en una orden ejecutiva con la que, según la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, Washington busca “tiempo para negociar buenos pactos” con cada país. Entre los afectados se encontraba inicialmente la Unión Europea, aunque se destacó que retrasar la fecha no era un reconocimiento de debilidad, sino de la intención de obtener “los mejores acuerdos para el trabajador estadounidense”.

Gravámenes del 25 % al 40 %

El anuncio coincidió con el envío de notificaciones a varios países con los nuevos aranceles que se aplicarán desde agosto si no levantan sus restricciones comerciales. Japón y Corea del Sur enfrentarán un arancel del 25 % en sus exportaciones a Estados Unidos, manteniendo el nivel previo para Corea del Sur y subiendo un punto para Japón.

Además, otros países recibieron nuevos gravámenes unilaterales debido al estancamiento de las negociaciones:

  • Birmania y Laos: 40 %
  • Camboya y Tailandia: 36 %
  • Serbia y Bangladesh: 35 %
  • Indonesia: 32 %
  • Sudáfrica y Bosnia y Herzegovina: 30 %
  • Túnez, Kazajistán y Malasia: 25 %

Algunos ajustes reflejaron movimientos desde lo anunciado en abril: Camboya vio reducidos sus aranceles en 13 puntos, Laos en 8, Bosnia y Herzegovina en 6, Birmania en 4 y Túnez en 3, mientras que Malasia experimentó un incremento de un punto.

En cartas enviadas a los líderes de cada país, difundidas por Trump en Truth Social, se les advirtió que estos aranceles “podrían ser modificados” según su relación con Estados Unidos. Trump escribió:

Estos aranceles podrían ser modificados, al alza o a la baja, dependiendo de nuestra relación con su país. Usted nunca quedará decepcionado con Estados Unidos.

Washington subrayó que cualquier incremento de aranceles sobre bienes estadounidenses por parte de estos países generaría represalias equivalentes y recordó que los nuevos aranceles no afectan las tarifas sectoriales previas, como las del 50 % en acero y aluminio. Además, productos que transiten por terceros países para evadir los gravámenes enfrentarán las tarifas más altas establecidas.

La Casa Blanca rechazó que los cambios en las fechas y condiciones resten credibilidad a la postura de Trump. Según Leavitt, los líderes extranjeros “se toman en serio al presidente”, y prueba de ello es que “el teléfono de Trump no para de sonar” con mandatarios que buscan llegar a acuerdos.

Para Trump, estos aranceles son “necesarios” para corregir los déficits comerciales generados por años de políticas y barreras arancelarias en perjuicio de Estados Unidos. Reiteró que las compañías que decidan producir dentro de territorio estadounidense no enfrentarán estos gravámenes y recibirán facilidades para sus operaciones.