El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, confirmó públicamente su respaldo a la reforma electoral que impulsa la Presidenta Claudia Sheinbaum, y ubicó su apoyo en la congruencia con iniciativas que él mismo ha promovido en el pasado.

Puebla de Zaragoza, Pue. — La adhesión del mandatario poblano es la primera entre sus pares que se añade con un respaldo estatal visible al proceso que encabeza la Comisión Presidencial para la Reforma Electoral, dirigida por Pablo Gómez.

La comisión que preside Gómez presenta un diagnóstico amplio: entre sus ejes figuran la reducción del financiamiento público a partidos, la modificación de la representación proporcional (incluida la discusión sobre las plurinominales), la revisión del régimen de partidos, el voto electrónico y la búsqueda de mecanismos para reducir costos del sistema electoral. El plan de trabajo oficial prevé foros, encuestas y consultas públicas que alimenten la propuesta final.

La Presidenta Claudia Sheinbaum ha marcado el encuadre político: quiere que el proceso sea amplio e incluyente y que no genere gastos extraordinarios. Para ello delegó la conducción técnica y consultiva a Pablo Gómez, pero mantiene el límite político y presupuestal como línea de orientación. El gobierno también ha señalado que se reutilizarán plazas de asesoría y apoyo logístico estatal, es decir, no habrá presupuesto especial asignado a la comisión.

Armenta: respaldo basado en trayectoria y propuestas propias

Armenta enfatizó que su respaldo obedece a una postura de coherencia: recordó que como legislador presentó ya en 2015 una iniciativa para reducir plurinominales —propuso eliminar 100 de 200 pluris— y que, por tanto, no se trata de un volantazo político sino de una continuidad en su postura pública. En su conferencia de prensa mañanera subrayó que "me sumo completamente" a los ejes que plantean la reducción de prerrogativas y plurinominales.

El diseño anunciado por Pablo Gómez combina foros presenciales, un esquema de consultas digitales y la difusión de encuestas públicas. La intención oficial es recoger aportaciones ciudadanas y académicas antes de cerrar una propuesta. Sin embargo, expertos y actores políticos han señalado riesgos: la inclusión formal no garantiza influencia real sobre las decisiones finales, y la reforma contiene puntos que afectan equilibrios políticos consolidados (por ejemplo, la redistribución de escaños y el financiamiento).

Implicaciones políticas y riesgos

  • Reducción de prerrogativas: disminuir recursos públicos a partidos tendrá un impacto directo en la operatividad de las fuerzas políticas, particularmente de las más pequeñas; puede aumentar la competencia por recursos privados y la presencia de irregularidades si no se acompaña de controles estrictos.
  • Plurinominales: eliminar o reducir escaños proporcionales modifica la composición del Congreso y puede reducir la representación de minorías y fuerzas emergentes.
  • Voto electrónico y transparencia: la introducción de sistemas electrónicos exige garantías técnicas y certificaciones independientes para evitar cuestionamientos sobre la confiabilidad del conteo.
  • Legitimidad del proceso: una reforma impulsada desde el Ejecutivo y con mando operativo fuerte puede generar desconfianza si la oposición y amplios sectores no perciben garantías de imparcialidad y consenso.

Pablo Gómez actúa como coordinador técnico-político: marca los temas y organiza la fase de consultas; su papel es principal para traducir debates en propuestas legislativas. Claudia Sheinbaum mantiene la línea política y busca que el proceso parezca participativo sin erogaciones extraordinarias. Alejandro Armenta ofrece respaldo público que, además, permite presentar la reforma como congruente con propuestas previas de gobernadores y legisladores afines.

El respaldo de Alejandro Armenta a la reforma electoral de Claudia Sheinbaum consolida un frente político importante en Puebla para empujar cambios estructurales en el sistema de representación y financiamiento electoral.

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