🎥 La detención de Israel Vallarta fue televisada como un espectáculo. Dos décadas después, se confirma: fue un montaje policial y mediático. Salió libre el 1 de agosto de 2025, sin sentencia ni reparación. ¿Quién pagará por el engaño? 🇲🇽⚖️
RG Revista — Un hombre tirado en el suelo, esposado, rodeado de policías y cámaras. Una mujer extranjera, confundida, insistiendo en que no sabe nada. Un reportero siguiendo cada paso como si fuera una serie de acción. Así fue como millones de mexicanos vieron —en vivo— la supuesta captura de los líderes de la banda criminal “Los Zodiaco”. Era el 9 de diciembre de 2005. En realidad, lo que veían no era una detención, sino un montaje.
El operativo se realizó en el rancho Las Chinitas, en la carretera México-Cuernavaca. La extinta Agencia Federal de Investigación (AFI) y personal de Televisa ingresaron juntos. La transmisión fue orquestada para el noticiario de Carlos Loret de Mola. La narrativa estaba montada: Israel Vallarta era presentado como el cabecilla de una banda de secuestradores y Florence Cassez, su supuesta esposa y cómplice.
Mientras los agentes fingían arrestarlo, el camarógrafo captaba cada movimiento. Vallarta ya estaba en el suelo. Fue esposado frente a cámaras. Cassez, confundida, repetía que no sabía nada y que no era su esposa. A su alrededor, los agentes manipulaban la escena, colocaban muebles y documentos personales en un cuarto para simular la base operativa de un grupo criminal.
Lo que no se dijo en televisión fue que Vallarta y Cassez habían sido detenidos el día anterior, el 8 de diciembre, en un operativo ilegal y violento. Fueron interceptados en la carretera, sin orden de aprehensión. Los agentes los encapucharon, torturaron y mantuvieron incomunicados. Luego los trasladaron al rancho para escenificar la “detención” en vivo.
Ya van a empezar las clases de anatomía, le dijo un oficial a Vallarta mientras lo desnudaban y golpeaban en un sótano. Le pidieron que escribiera nombres y signos zodiacales. Después lo llevaron a su rancho y prepararon todo para el show.
Desde un televisor encendido, ambos detenidos vieron en directo cómo los agentes y el equipo de Loret de Mola cruzaban la verja del rancho. Sabían lo que seguía. A Florence la golpearon. Le dijeron: “Va a venir la televisión”. La escena que el país vio era una simulación. Un montaje.
La transmisión bastó para que se les imputaran delitos de delincuencia organizada, secuestro agravado y portación de armas. Florence Cassez fue liberada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en 2013, tras reconocer que el montaje causó un “efecto corruptor” que invalidaba todo el proceso. Israel Vallarta no corrió con la misma suerte.
Él permaneció en prisión durante casi 20 años sin sentencia. Durante ese tiempo, diversos reportajes y declaraciones —incluso dentro de la misma Televisa— pusieron en duda la legalidad del operativo. En 2015, un documento interno de la Procuraduría General de la República confirmó lo que Vallarta había denunciado: la escena fue fabricada por órdenes del círculo cercano a Genaro García Luna, entonces jefe de la AFI, y Luis Cárdenas Palomino.
La investigación nunca llegó a un juez. Fue bloqueada desde el propio Gobierno federal. Nadie fue sancionado por la fabricación del caso. García Luna y Cárdenas Palomino han enfrentado otros procesos judiciales, pero no por este.
El 1 de agosto de 2025, la Jueza Tercera de Distrito en Materia Penal con sede en Toluca, Mariana Vieyra Valdez, ordenó la liberación inmediata de Israel Vallarta. Determinó que la Fiscalía General de la República no logró acreditar su responsabilidad en los delitos. “No debía pasar un día más en prisión”.
Israel salió del penal El Altiplano con lágrimas en los ojos, un pants gris, tenis blancos y sus pertenencias en bolsas. Tenía 55 años. Fue recibido por sus familiares y su esposa actual, Mary Sainz, quien dio a conocer la noticia la noche anterior.
En medio del tumulto de reporteros, Israel envió un mensaje a Carlos Loret de Mola:
Ya nos veremos Carlos, ya platicaremos, no te odio, porque insisto, todo cae por su propio peso. Tú sabes bien por qué saliste de Televisa, tú y yo lo sabemos, pero esa plática me gustaría tenerla de frente.
Cuestionada por una posible reparación del daño, la presidenta Claudia Sheinbaum fue clara: “Él lo tendría que pedir, a partir de un juicio”. La maquinaria judicial que lo encerró durante dos décadas ahora exige que él inicie otro proceso para obtener justicia.
El caso Cassez-Vallarta marcó un antes y un después. Desnudó la complicidad entre medios, fuerzas de seguridad y procuración de justicia. Fue un montaje legal, mediático y político. A 20 años, Israel Vallarta es libre. Pero la verdad no basta para reparar la infamia, la tortura, ni los años robados. El montaje fue público; la justicia, aún no.
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