El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, ha construido una narrativa centrada en la promoción de productos icónicos como el mole, el mezcal y el café, presentándolos como parte de una “economía social y comunitaria” que se contrapone a los proyectos de administraciones pasadas, como el Museo Barroco, señalado como símbolo de corrupción y despilfarro.
Entre el discurso y la realidad: Puebla frente al falso dilema del desarrollo
Puebla de Zaragoza, Pue. — Más allá del relato emocional y los símbolos regionales, el debate real debe centrarse en un concepto mucho más complejo y multidimensional: el desarrollo. Y para entenderlo con profundidad, nada mejor que recurrir a las ideas del Premio Nobel de Economía Amartya Sen, quien plantea que el desarrollo no es solo crecimiento económico o acumulación de capital, sino la expansión efectiva de las capacidades y libertades de las personas para llevar una vida digna y plena.
El discurso de Armenta, aunque cargado de símbolos positivos —orgullo regional, cultura popular, economía social—, plantea un falso dilema: una especie de socialismo comunitario regionalista frente a un neoliberalismo responsable de corrupción y concentración de riqueza. Esta simplificación oculta que ningún modelo puro ha funcionado por sí solo, y que el verdadero desarrollo requiere estrategias híbridas que integren inversión pública, participación privada y fortalecimiento comunitario.
El problema de Puebla no es el mole o el café, ni el Museo Barroco, sino los resultados concretos. Y, ahora mismo, los datos oficiales muestran que la economía de Puebla está en freno:
- Empleo formal (IMSS): Puebla inició 2025 con 657,171 empleos registrados y alcanzó un máximo de 665,592 en marzo. Desde entonces, retrocedió a 661,173 en julio. La pérdida más marcada está en el empleo eventual, que cayó de 89,110 en enero a apenas 81,117 en julio: más de 8,000 plazas menos en siete meses.
 - Actividad industrial (INEGI): en junio, la producción total cayó 7.1% anual, arrastrada por la construcción (-18.6%), la minería (-11.0%) y la generación de energía (-4.2%). Incluso las manufacturas, motor histórico del estado, retrocedieron 4.2%.
 - PIB por sectores (INEGI): el crecimiento total del estado pasó de un sólido 6.2% en el segundo trimestre de 2024 a terreno negativo a finales de ese año (-0.2%) y continuó en rojo en el primer trimestre de 2025 (-0.1%). Las actividades secundarias, clave para la producción industrial, llevan dos trimestres consecutivos en caída (-1.5% y -1.4%).
 
El gobierno habla de “consolidar marcas” y está bien; sin embargo, la ausencia de información básica —cuántos productores realmente se benefician, cuáles son las ventas efectivas, cómo se distribuyen las utilidades o qué impacto tienen en el empleo y el crecimiento local— convierte la narrativa en mera propaganda. Sin estos números, no se puede evaluar si se trata de una estrategia de desarrollo real o de un programa con tintes políticos.
Cuando se habla de proyectos comunitarios, es inevitable recordar a Amartya Sen: el desarrollo debe medirse por la capacidad real de las personas para elegir y llevar vidas valiosas, no sólo por indicadores económicos superficiales ni por narrativas emotivas. Para lograrlo, se requiere:
- Transparencia y acceso a la información
 - Participación social efectiva
 - Políticas públicas basadas en evidencia
 - Inversión equilibrada en educación, salud, infraestructura, cultura y empleo digno
 
El reto para Puebla y para el gobierno de Armenta es trascender la retórica de los símbolos, para construir un modelo de desarrollo real, sustentado en datos, participación ciudadana y resultados tangibles.
El dilema no está entre un tipo de empresa “comunitaria” o “neoliberalismo modernizador”, sino entre una narrativa que maquilla el estancamiento o un proyecto que expande efectivamente las libertades y capacidades de la población.
Alejandro Armenta ha definido un modelo de desarrollo para Puebla y en ese sentido está orientando los recursos públicos. En función de lo anterior, es necesario medir los impactos reales de estas políticas y evaluar objetivamente, sin sesgos políticos o ideológicos, si el camino que está trazando conduce a un verdadero desarrollo… o a un modelo empobrecedor disfrazado de identidad y orgullo.
De eso trata esta investigación, que se irá actualizando continuamente en esta página, para responder si las políticas actuales llevarán a Puebla hacia un desarrollo genuino o si, por el contrario, mantendrán un estancamiento disfrazado.
Indicadores Económicos (Referencias) - Puebla 2025
Empleo Formal Registrado (IMSS) — Enero-Julio 2025
| Período | Total de Puestos | Permanentes | Eventuales | 
|---|---|---|---|
| Enero 2025 | 657,171 | 568,061 | 89,110 | 
| Febrero 2025 | 659,619 | 570,202 | 89,417 | 
| Marzo 2025 | 665,592 | 576,515 | 89,077 | 
| Abril 2025 | 660,871 | 571,537 | 89,334 | 
| Mayo 2025 | 660,903 | 572,568 | 88,335 | 
| Junio 2025 | 661,230 | 575,800 | 85,430 | 
| Julio 2025 | 661,173 | 574,604 | 81,117 | 
Actividad Industrial - Julio 2025 (variación anual)
| Total actividad industrial | -7.1% | 
| Construcción | -18.6% | 
| Minería | -11.0% | 
| Energía (generación/transmisión) | -4.2% | 
| Industrias manufactureras | -4.2% | 

        
        
        
        
        
    
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