La narrativa oficial insiste en que Puebla puede transformarse en Capital de la Tecnología y la Sostenibilidad, capaz de atraer empresas innovadoras y generar empleo especializado. Pero la realidad, medida en indicadores industriales y en la simple experiencia cotidiana de transitar por las calles, dibuja un escenario mucho menos optimista.

Puebla de Zaragoza, Pue. — Es difícil hablar de clusters tecnológicos cuando ni siquiera se puede garantizar un mantenimiento básico de la infraestructura urbana. Los baches de la capital son un recordatorio físico de que la gestión estatal y municipal falla en lo elemental. Si la ciudad no puede ofrecer calles transitables, ¿cómo convencer a una multinacional de instalar aquí su laboratorio de inteligencia artificial?

En los hechos, en Puebla la Industria va de reversa. Los datos más recientes del INEGI muestran que la actividad industrial de Puebla cerró 2024 y comenzó 2025 con un patrón preocupante: en diciembre 2024 el índice fue de 85.7 puntos, con una caída mensual de -13.2%. Abril de 2025 alcanzó 98.7 puntos, un rebote respecto a los meses previos, pero todavía -1.9% por debajo del año anterior. En términos anuales, los descensos son persistentes: −1.7% en diciembre, −1.4% en enero, −5.0% en febrero, −6.9% en marzo y −1.9% en abril.

El sector más golpeado es el de construcción, con un desplome interanual del 18.6% en abril de 2025, su peor dato reciente. La serie histórica revela que la volatilidad heredada del gobierno de Sergio Salomón Céspedes Peregrina dio paso a un descenso sostenido bajo Alejandro Armenta Mier. En abril de 2024 el índice marcaba 114.2; un año después, es de apenas 93.0. Son 21 puntos menos y una contribución negativa de −0.74 puntos al total industrial estatal.

El gobierno estatal presume el Escuadrón de Módulos de Maquinaria de Seguridad Comunitaria, con 14 módulos y 154 máquinas para rehabilitar caminos y atender emergencias. Pero con bacheo y modernización de tramos cortos de terracería no se construyen parques tecnológicos ni se instalan sistemas de transporte inteligente.

Las comparaciones pueden ayudarnos a moderar el optimismo. Para dimensionar el reto: el ecosistema de innovación de Shenzhen (China) absorbió en sus primeros planes quinquenales inversiones superiores a 50 mil millones de dólares en infraestructura y tecnología. Más cerca, Texas destina más de 3 mil millones de dólares anuales a la atracción de industrias tecnológicas y energías limpias. Incluso Monterrey anunció recientemente un plan de 36 mil millones de pesos para infraestructura industrial y urbana asociada a la llegada de Tesla y proveedores de semiconductores. ¿Cuánto piensa invertir Puebla para hacer realidad sus promesas?

Puebla aspira a competir en ligas mayores, pero sus cifras industriales y su capacidad de inversión están más cerca de una estrategia de mantenimiento que de un plan de transformación. El discurso de innovación no se sostiene si las bases económicas y físicas siguen deteriorándose.

Antes de pensar en ser "Capital de Tecnología y Sostenibilidad", el estado necesita garantizar que sus calles, su industria y su infraestructura básica puedan soportar el peso de ese título.

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