🗳️ El gobierno de Claudia Sheinbaum lanza su apuesta por una nueva reforma electoral: crea una comisión sin reglas claras, liderada por Pablo Gómez ⚠️ y con el objetivo de replantear el sistema de partidos y el papel del INE.

CDMXPablo Gómez Álvarez dejó la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) para asumir un nuevo encargo: presidir la Comisión Presidencial para la Reforma Electoral, creada por el gobierno de Claudia Sheinbaum sin lineamientos definidos ni convocatoria abierta a la oposición.

El anuncio se hizo por medio de un comunicado de prensa que omitió información importante: no se detalló quiénes integrarán la comisión, cómo funcionará ni si se buscará una reforma de consenso con las fuerzas políticas representadas en el Congreso.

Según Sheinbaum, la comisión tendrá como primera tarea “evaluar y replantear el modelo electoral y de partidos” y, como segunda, “confeccionar una reforma legislativa que esté acorde con los tiempos actuales en México, en donde se ponga en el centro la democracia y el pueblo”.

Este movimiento se da luego de que la propia presidenta anunciara su intención de presentar una reforma electoral que podría incluir la eliminación de los legisladores plurinominales y la reducción del financiamiento público a partidos políticos.

La designación de Gómez no pasó desapercibida para la oposición. Ricardo Anaya, coordinador del PAN en el Senado, advirtió que se trata de una estrategia para “poner al INE a disposición de la 4T”, cerrando así el círculo del poder sobre el último órgano autónomo del sistema democrático.

La trayectoria de Pablo Gómez incluye cuatro periodos como diputado federal y uno como senador. Ha sido partícipe de reformas político-electorales anteriores y se le reconoce como un actor relevante en los procesos de transición democrática en México. No obstante, también ha sido señalado como operador político desde la UIF y coautor de los llamados planes A, B y C de reformas impulsadas por gobiernos morenistas.

La creación de la Comisión Presidencial para la Reforma Electoral, sin reglas ni pluralidad garantizadas, marca el arranque de un proceso opaco e incierto. El perfil de Pablo Gómez y las señales previas del Ejecutivo encienden alertas sobre una posible reforma electoral unilateral, que podría redefinir las reglas del juego democrático sin diálogo ni equilibrio institucional.