
En el marco del evento Trasciende, realizado en la Universidad Iberoamericana, campus Puebla, tuve la oportunidad de conversar con Camilo San Martín, actual CEO de Porsche México.
El auditorio lo recibió como un líder global, pero lo que destacó a lo largo de la charla no fueron únicamente las cifras y logros de la marca que representa, sino la convicción de un poblano que cree en el poder de transformar desde lo local y en la fuerza de una generación que está llamada a escribir el futuro.
Desde el inicio de la conversación para Región Global, San Martín dejó clara la urgencia de repensar la industria automotriz. "Hoy más que nunca el mundo está cambiando de manera drástica", compartió, aludiendo a los conflictos sociales y políticos que marcan nuestro tiempo. En este contexto, explicó, la movilidad ya no puede ser entendida como antes: se necesita sostenibilidad, innovación y visión de largo plazo.
Porsche, señaló, lleva más de un lustro apostando por la electrificación. Su meta es ambiciosa: alcanzar que en 2030 la gran mayoría de sus vehículos sean eléctricos o híbridos, con un impacto ambiental reducido gracias a combustibles sintéticos y procesos de producción cada vez más limpios. "La sostenibilidad ya no es opcional, es una necesidad", afirmó con convicción.
Esa transformación también se vive en México. El directivo comentó para 'Negocios y Figuras' que este año espera que una parte significativa de los autos entregados en el país cuenten ya con un tren motriz híbrido o eléctrico. La transición no es un discurso, sino una realidad tangible que, sin embargo, enfrenta todavía grandes retos: el más importante, la infraestructura de carga. A través de la AMIA, en la que participan todas las marcas del Grupo Volkswagen, existen diálogos con el gobierno para acelerar la instalación de estaciones de carga rápida, indispensables para dar confianza a los conductores.
Pero en medio de los números y la visión global, Camilo San Martín reveló un costado profundamente personal. Más allá de su rol corporativo, ha decidido impulsar proyectos sociales en México por iniciativa propia. En México, por ejemplo, se apoyó a la construcción de cinco casas en la comunidad de Santa Cruz La Ixtla junto a la organización TECHO, a través del donativo de Porsche Latin America. En la Ciudad de México, se apoyará a una casa hogar a través de World Vision; en el transcurso del año, con Make-A-Wish se hará realidad los sueños de 23 niños en tratamiento contra el cáncer; y mediante Becar se otorgarán 65 becas escolares a niñas y niños, con un énfasis que arrancó aplausos en el auditorio.
En su mensaje a los estudiantes de la Ibero Puebla, San Martín insistió en que el emprendimiento es la palanca que puede llevar a la región a un nuevo nivel de desarrollo. "Que crean en sí mismos. Que se preparen y que emprendan. Puebla tiene un gran potencial, pero necesitamos que sus jóvenes se atrevan a innovar", expresó con la claridad de quien mira en los universitarios no solo a futuros empleados, sino a los próximos protagonistas del futuro de México.
La industria automotriz, recordó, no se limita a producir autos: diseña el porvenir de la movilidad, la sostenibilidad y la innovación tecnológica. Es un sector que refleja la misma necesidad de cambio que enfrentan los jóvenes de hoy: reinventarse constantemente, adaptarse con creatividad y sostenerse en un horizonte donde el progreso debe estar ligado a la responsabilidad ambiental y social.
En los pasillos de la Ibero Puebla quedó flotando una idea: ese futuro no pertenece únicamente a gigantes que inspiran como Porsche, sino también a los estudiantes que comienzan a trazar su camino. Jóvenes con ideas frescas y con energía suficiente para atreverse a trascender, capaces de modelar una industria que redefine la manera en que nos movemos y la forma en que entendemos el progreso.
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