La explosión de un camión de gas en la alcaldía Iztapalapa, ocurrida el miércoles, ha dejado hasta este sábado un saldo de 13 fallecidos, 40 hospitalizados y 30 lesionados dados de alta, según informó el Gobierno de la Ciudad de México.
CDMX — El siniestro en la Calzada Ignacio Zaragoza, a la altura del Puente de la Concordia, se ha convertido en uno de los accidentes más graves registrados en la capital en los últimos años. La tragedia alcanzó un simbolismo particular con la muerte de Alicia Matías Teodoro, de 49 años, quien sufrió quemaduras en más del 90 % de su cuerpo al proteger a su nieta de dos años, logrando salvarle la vida.
La Secretaría de Salud Pública actualizó la lista de víctimas este sábado, confirmando nuevos decesos. El organismo también informó que 40 personas permanecen hospitalizadas, algunas en estado crítico, mientras que otras 30 ya fueron dadas de alta.
La jefa de Gobierno, Clara Brugada, expresó condolencias a las familias y destacó el acto de Alicia Matías, a quien calificó como “una mujer que dio su vida por salvar a su nieta”. La imagen de la víctima con la niña en brazos se ha viralizado, generando muestras de solidaridad en redes sociales.
El caso ha estado acompañado de polémica, luego de que el Gobierno capitalino difundiera de forma errónea el fallecimiento de Matías Teodoro el jueves, hecho que fue corregido tras la confirmación de sus familiares. La confusión se dio en un contexto de alta tensión social y de críticas a la gestión de la información oficial.
Las investigaciones continúan abiertas. Inicialmente, la Fiscalía señaló como causa probable el exceso de velocidad del conductor, quien también permanece hospitalizado con quemaduras graves. Posteriormente, las indagatorias se ampliaron a una posible falla técnica derivada de un choque con un objeto sólido, lo que habría provocado la fuga de gas y la posterior explosión.
Como segunda línea de investigación, las autoridades apuntan a la responsabilidad de la empresa Transportadora Silza de Grupo Tomza, propietaria del camión cisterna con capacidad de 49,500 litros, por un presunto incumplimiento de la normativa vigente en el manejo y transporte de gas.
El estallido ocurrido la tarde del miércoles en Iztapalapa ha dejado profundas secuelas entre los habitantes de la zona y ha reabierto el debate sobre las condiciones de seguridad en el transporte de combustibles en la Ciudad de México.
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