El secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, visitó Puerto Rico en medio de un despliegue militar que incluyó el arribo de diez cazas F-35 y el posicionamiento del buque de asalto USS Iwo Jima en el mar Caribe. Durante su gira envió un mensaje contundente: “quienes aman y anhelan la paz deben prepararse para la guerra”.
Puerto Rico (InfoStockMx) — El viaje del titular de la recién restituida Secretaría de Guerra sorprendió este lunes. Hegseth llegó acompañado por el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Dan Caine, apenas días después de que Washington desplegara diez aeronaves de combate de última generación en la isla, intensificando la tensión militar en el Caribe.
La gobernadora Jenniffer González confirmó la visita y expresó su agradecimiento “a Trump y a su administración por reconocer la importancia estratégica de Puerto Rico para la seguridad nacional y su lucha contra los cárteles de la droga y el narcodictador de Nicolás Maduro”. La mandataria local reforzó así el alineamiento político de San Juan con la Casa Blanca.
Tras reunirse con autoridades, Hegseth se trasladó en helicóptero al USS Iwo Jima, desplegado a unas 30 millas al sur de Puerto Rico. El navío forma parte de las operaciones estadounidenses en el Caribe contra el narcotráfico, incluidas las investigaciones sobre el Cartel de los Soles, señalado de vínculos con el gobierno venezolano.
El secretario de Guerra arengó a cerca de 300 soldados. “Lo que estás haciendo ahora no es entrenamiento. Este es un ejercicio del mundo real en nombre de los intereses nacionales vitales de Estados Unidos: poner fin al envenenamiento del pueblo estadounidense”, afirmó. En otro mensaje, reiteró la advertencia: “quienes aman y anhelan la paz deben prepararse para la guerra”.
El Pentágono no ha emitido un comunicado oficial sobre esta visita, aunque coincide con las declaraciones del presidente Donald Trump, quien firmó la orden ejecutiva que restituyó la Secretaría de Guerra y abrió la posibilidad de ataques directos contra los cárteles de la droga en Venezuela. Paralelamente, Estados Unidos mantiene ocho buques de la Marina desplegados —siete en el Caribe y uno en el Pacífico—, además de los cazas F-35 apostados en Puerto Rico.
La tensión entre Washington y Caracas se profundiza. El gobierno de Nicolás Maduro acusa a Estados Unidos de hostigar con vuelos rasantes cerca de sus costas, mientras la administración Trump señala a Venezuela de amenazar a sus buques en aguas internacionales. En este escenario, Puerto Rico emerge nuevamente como un bastión estratégico en la proyección de poder militar estadounidense en la región.
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