En los pasillos del Centro de Control, Comando, Comunicaciones, Cómputo y Calidad (C5), cada mañana se despliega el mismo ritual: funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública estatal analizan el mapa de calor que revela dónde golpea con mayor fuerza la delincuencia en la capital poblana.

Puebla de Zaragoza, Pue. — Las cifras son contundentes: 417 alarmas vecinales conectadas al sistema de monitoreo estatal dibujan un territorio donde el miedo se ha instalado como un vecino más. El vicealmirante Francisco Sánchez González, titular de la SSP, no esquiva la realidad. Con la precisión de quien conoce cada rincón conflictivo de la entidad, enumera los focos rojos: "San Felipe Huayotlipan, San Baltazar Campeche, San Jerónimo Caleras, Bosques de San Sebastián, la Unidad Habitacional La Margarita y San Pablo Xochimehuacán" encabezan la lista de zonas donde la criminalidad ha echado raíces profundas.

La estrategia, señala Sánchez González, no es casual. Cada alarma vecinal instalada responde a un análisis meticuloso del territorio, donde los datos revelan una geografía del delito que se concentra en colonias específicas. "Cuando llegamos a hacer la presentación del programa, mucha gente se acercaba a nosotros de manera muy discreta a darnos información, porque es gente que está harta de que vendan droga en sus parques, en sus mercados", revela Sánchez González, exponiendo una realidad que va más allá de las estadísticas oficiales.

Su diagnóstico es claro: narcomenudeo, robo transeúnte y robo a transporte público constituyen la trinidad delictiva que azota la zona metropolitana de Puebla. Los números hablan por sí solos, dibujando un panorama donde la inseguridad se concentra en colonias específicas que requieren atención prioritaria: La Paz, Guadalupe Hidalgo, Torres Central de Abastos, Santa María, jardines de San Manuel, Santa Cruz Buenavista, San Francisco Totemehuacán y Parque Industrial Puebla 2000.

El transporte público se ha convertido en un blanco predilecto de la delincuencia, lo que ha obligado a las autoridades a implementar el programa "Transporte Seguro". La respuesta tecnológica es contundente: autobuses conectados directamente al C5, con una sala de monitoreo especializada que vigila en tiempo real las rutas de mayor riesgo.

Pero la estrategia va más allá de la capital. En municipios como Teziutlán, las autoridades locales han tomado la iniciativa, habilitando centros de operación con mayor tecnología y mejores salarios para su personal. Tlatlauquitepec ha apostado por la modernización, adquiriendo patrullas y drones de alta tecnología para reforzar sus capacidades de vigilancia.

La apuesta es clara: la inteligencia ciudadana como pilar fundamental de la seguridad. "Los ciudadanos son la fuente más importante de inteligencia", reconoce el vicealmirante, estableciendo un paradigma donde la participación comunitaria se vuelve indispensable para combatir una criminalidad que ha encontrado en los espacios públicos su territorio de operación.

El mapa criminal de Puebla no es solo una estadística; es el retrato de una sociedad que ha decidido no rendirse ante la violencia, apostando por la tecnología, la coordinación institucional y, sobre todo, por la recuperación de los espacios que la delincuencia pretendía arrebatarle.

Radiografía Criminal de Puebla

417
Alarmas Vecinales
Conectadas al C5
14
Colonias de
Atención Prioritaria
6
Zonas con Programa
Alarmas Vecinales

Delitos de Mayor Incidencia

Narcomenudeo
Robo Transeúnte
Robo Transporte Público

Colonias de Atención Prioritaria

La Paz
Guadalupe Hidalgo
Torres Central de Abastos
Santa María
San Pablo Xochimehuacán
Jardines de San Manuel
Santa Cruz Buenavista
San Francisco Totemehuacán
Parque Industrial Puebla 2000
San Felipe Huayotlipan
San Jerónimo Caleras
La Loma
Infonavit Agua Santa
El mapa criminal de Puebla: La radiografía de la violencia urbana
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