El presidente municipal de Tehuacán, Alejandro Barroso Chávez, presentó su Primer Informe de Labores a puerta cerrada, sin prensa, sin público y con cuatro regidores votando en contra del documento. La transmisión oficial en redes —que anunciaba una sesión “pública”— fue la única ventana a un evento blindado por el propio gobierno municipal.

Tehuacán, Pue. — El acto solemne, celebrado en el Salón de Cabildos del Palacio Municipal, comenzó con un cerco institucional: policías, funcionarios y simpatizantes previamente seleccionados ocuparon el recinto desde temprano. Mientras tanto, los medios de comunicación quedaron fuera y las puertas del edificio se mantuvieron cerradas bajo el argumento de “control de acceso”.

En contraste con la narrativa de apertura que el Ayuntamiento promueve en redes, el mensaje de Barroso duró apenas dieciséis minutos y se limitó a una lectura administrativa. El cabildo fue aprobado por mayoría simple, con cuatro regidores votando en contra del orden del día, en una sesión que —según testigos— careció de deliberación real.

Barroso afirmó que “Tehuacán hoy es mejor” y aseguró que su gobierno ha saldado “deudas históricas”. Enumeró logros en salud, obras públicas, seguridad, recolección de basura y cultura. Habló de finanzas sanas y de un gobierno con “voluntad, honestidad y amor por nuestra tierra”. Sin embargo, no presentó cifras verificables ni informes desglosados por dependencia.

El alcalde presumió haber beneficiado a 40 mil ciudadanos en jornadas de atención, lograr un avance del 95% en la recolección de basura y limpiar 350 kilómetros de calles. En materia de seguridad, aseguró que el 90% de los policías municipales están acreditados, un salto que atribuyó a su administración y al apoyo de la Secretaría de Marina. No obstante, omitió hablar del repunte de delitos en colonias periféricas y de las quejas ciudadanas por abuso policial.

El informe fue entregado por escrito, sin espacio para cuestionamientos ni réplica de los regidores opositores. Al término del evento, Nancy Rico Cruz, regidora de Patrimonio Histórico, dio la respuesta protocolaria. Fuera del Palacio Municipal, simpatizantes coreaban consignas a favor del presidente, mientras vecinos expresaban su molestia por haber sido excluidos del acto.

El gobierno municipal defendió el formato “cerrado” del evento argumentando motivos de orden y seguridad. Sin embargo, la decisión reforzó la percepción de un gobierno que se blinda ante la crítica y sustituye la rendición de cuentas por un ritual político transmitido por pantalla.

El Primer Informe de Alejandro Barroso deja más preguntas que respuestas: ¿qué avances reales hay en seguridad, servicios y transparencia? ¿Por qué un gobierno que dice “sanar Tehuacán” evita el contacto con su propia ciudadanía?

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