El aparato gubernamental mexicano enfrenta una paradoja insostenible: cada día cuesta más y produce menos. Las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) para 2024 desnudan una realidad alarmante: mientras el sector público incrementó su nómina en 1.2% —sumando 6,030,997 puestos de trabajo—, su capacidad de generar riqueza se estancó en un magro 0.2% de crecimiento real. Es la fotografía de un Estado que se expande en personal pero se contrae en productividad, una ecuación que amenaza la viabilidad fiscal del país.

El Valor Agregado Bruto (VAB) del sector público alcanzó 4,348,035 millones de pesos corrientes, apenas 13.9% del VAB total de la economía. Pero el problema no reside en la proporción, sino en la tendencia: un crecimiento que apenas supera la línea del cero mientras la planilla laboral sigue engrosándose. La cuenta de producción total llegó a 7,054,640 millones de pesos, pero este volumen oculta una realidad más grave: el Gobierno general creció apenas 0.1% y las Empresas públicas —el brazo productivo que debería impulsar sectores estratégicos— se desplomaron 0.8%.

Los números evidencian un modelo insostenible. El gobierno emplea a más personas para producir lo mismo o menos. De los más de seis millones de puestos de trabajo, 92.8% se concentran en el Gobierno general —la burocracia administrativa, legislativa y judicial— mientras que solo 7.2% trabaja en empresas públicas que deberían generar valor económico tangible. Esta distribución revela la naturaleza del problema: un aparato que crece en su componente de gasto corriente (salarios, pensiones, prestaciones) pero no en su capacidad de crear riqueza.

La estructura del VAB confirma la dependencia del gasto improductivo: el Gobierno general aporta 63.4% del valor agregado, mientras las Empresas públicas apenas contribuyen con 36.6%. Y dentro de ese gobierno general, los sectores que más aportan son precisamente los más costosos en términos de nómina: Actividades legislativas y gubernamentales representan 26.7% del VAB pero absorben 47.2% de la ocupación; Servicios educativos generan 21.7% del valor pero consumen 28.9% del empleo. La proporción es reveladora: cada peso de valor agregado requiere una masa salarial desproporcionada.

El lastre del consumo intermedio improductivo

El consumo intermedio del sector público alcanzó 2,706,605 millones de pesos corrientes, donde 49.2% proviene del sector energético. Este dato no es menor: significa que casi la mitad de los insumos que consume el gobierno para operar se destinan a petróleo, gas y electricidad, recursos que simplemente se queman o se consumen sin generar valor agregado permanente. Es la evidencia de un aparato que funciona con altísima ineficiencia energética, donde Pemex y la CFE —empresas públicas deficitarias— proveen insumos caros para mantener operando una maquinaria que produce cada vez menos por cada peso invertido.

La producción bruta total sumó 7,054,640 millones de pesos a precios básicos, de los cuales el Gobierno general aportó 55.5% y las Empresas públicas el 44.5%. Pero aquí está la trampa contable: esta "producción" del gobierno general no es riqueza real generada en el mercado, sino el valor imputado de servicios administrativos, educativos y de salud que se costean con impuestos. En otras palabras: el gobierno se "paga a sí mismo" por hacer su trabajo, mientras que las empresas públicas —que sí deberían generar ingresos genuinos— están en franca decadencia.

Infraestructura: inversión marginal en medio de la crisis productiva

El valor de la construcción del sector público alcanzó 1,025,492 millones de pesos corrientes, representando 21.4% del total de construcción nacional. Es una cifra que parece robusta, pero resulta insuficiente ante las necesidades de infraestructura de un país que requiere modernización urgente. Más preocupante aún: el enfoque en obras de ingeniería civil —que concentra 12.7% de la demanda— sugiere que el gobierno privilegia proyectos de gran escala, políticamente visibles, sobre equipamiento urbano, hospitales o escuelas que impactarían directamente la productividad del aparato estatal.

La inversión en construcción, además, debe financiarse con recursos que se extraen de una economía donde el sector público ya consume proporcionalmente más de lo que genera. Con un crecimiento real de 0.2%, cada peso adicional que se destina a infraestructura es un peso que se resta de otras áreas o que se financia con deuda, perpetuando el círculo vicioso de un Estado que gasta más para producir menos.

Los datos del INEGI sobre el sector público 2024 no son simples estadísticas: son el diagnóstico de un modelo agotado. Un gobierno que aumenta su planilla laboral 1.2% mientras su productividad crece 0.2% es un gobierno en crisis estructural. Las empresas públicas se contraen, el consumo intermedio se dispara hacia insumos energéticos improductivos, y la inversión en infraestructura resulta marginal frente a las necesidades reales. La ecuación es brutal: cada año, el aparato estatal mexicano cuesta más a los contribuyentes y les devuelve menos.

El país se encamina hacia una crisis fiscal donde el peso del gobierno terminará por ahogar el crecimiento del sector privado. Los números no mienten: México tiene un Estado cada vez más caro y cada vez menos productivo.

⚠️ El Gobierno Cuesta Más y Produce Menos

Sector Público Mexicano 2024: Crisis de Productividad

📉 La Paradoja Fatal

+1.2%
↗️ MÁS EMPLEOS
6.03 millones
+0.2%
↘️ MENOS VALOR
Crecimiento real
RESULTADO: Cada trabajador público genera menos riqueza cada año

💸 El Desplome Productivo

Gobierno General +0.1%
Crece solo en burocracia
Empresas Públicas -0.8%
Se desploman las que deberían generar riqueza

⚙️ El Desperdicio Oculto

49.2%
del consumo intermedio se va en ENERGÍA
$2.71 billones gastados en insumos, casi la mitad en combustibles que se queman sin generar valor permanente

👥 Dónde Se Concentra El Gasto

Burocracia (empleos) 47.2%
Contribución al VAB 26.7%
Más empleos que valor generado
Educación (empleos) 28.9%
Contribución al VAB 21.7%
Cada punto de valor requiere más nómina
Salud (empleos) 15.3%
Contribución al VAB 13.8%
Patrón consistente: más costo, menos producto

💰 La Distribución Distorsionada

92.8%
Empleos en
Gobierno General
7.2%
Empleos en
Empresas Públicas
El 93% trabaja en gasto corriente, no en generación de riqueza

⚠️ LA CRISIS EN NÚMEROS

Por cada 6 empleos nuevos (+1.2%) solo se genera 1 peso adicional de valor (+0.2%)

Un Estado que crece en tamaño pero se achica en productividad

Fuente: INEGI - Indicadores Macroeconómicos del Sector Público 2024 (preliminar)

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