Cientos de poblanos acuden este 28 de octubre al templo de San Judas Tadeo en la colonia Águila para agradecer o pedir un milagro al santo de las causas difíciles, entre flores, música y oraciones que mezclan devoción, mito y supervivencia cotidiana.

Puebla de Zaragoza, Pue. — La imagen verde y dorada de San Judas Tadeo volvió a convocar multitudes en Puebla. Desde la madrugada, creyentes de todas las edades caminaron con veladoras, figuras y estampas hasta el templo dedicado al apóstol, en una jornada que combina fervor religioso y tradición popular. El 28 de octubre, fecha oficial de su festividad, se ha convertido en un rito masivo que desafía el cansancio, la precariedad y el escepticismo urbano.

La devoción al santo no se limita a un día. Cada 28 de mes, fieles en distintos barrios y parroquias celebran misas, llevan flores, comparten comida y agua bendita, o visitan enfermos en su nombre. Es una red silenciosa de gratitud y promesas, sostenida por la certeza de que San Judas “sí escucha” cuando todo lo demás falla.

Según la tradición católica, Judas Tadeo fue uno de los discípulos de Jesús de Nazaret y se le reconoce como su hermano espiritual. Su nombre hebreo, “Judas”, significa “alabanzas sean dadas a Dios”, mientras que “Tadeo”, del arameo, se traduce como “el valiente” o “de corazón firme”. En esa doble identidad —la del hombre que acompañó a Cristo y la del santo que intercede por los desesperados— reside parte de su magnetismo popular.

Para muchos, San Judas representa la última esperanza en un país que multiplica los motivos para rezar. Le atribuyen milagros en partos complicados, accidentes, adicciones o deudas imposibles. Otros lo veneran porque sienten que “los ha devuelto a la vida” después de una desgracia. Esa mezcla de fe y relato urbano ha convertido su figura en símbolo de resistencia emocional y social.

En Puebla, su culto trasciende templos y sermones: se instala en los mercados, en los taxis, en los altares domésticos y en los tatuajes de quienes, entre gratitud y necesidad, encuentran en su rostro sereno una promesa de alivio.

san judas tadeo, puebla, colonia águila, fe, religión popular, catolicismo