Con 76 votos a favor y 38 en contra, el Senado aprobó una serie de reformas al Código Fiscal de la Federación que amplían las facultades del SAT y redefinen la relación entre contribuyentes y Estado, bajo el argumento de modernizar la fiscalización y equilibrar el trato entre economía digital y tradicional.
CDMX — La Cámara de Senadores avaló reformas al Código Fiscal de la Federación enviadas por la Cámara de Diputados, con el objetivo de fortalecer las herramientas de la autoridad hacendaria para prevenir la evasión y elusión fiscal. La minuta fue aprobada en lo general con 76 votos a favor y 38 en contra.
Durante la discusión, senadores del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano presentaron reservas a los artículos 30-B, 105, 113 Bis, 141, 143, 150 y 156-TER, argumentando un exceso en las facultades del fisco. Las reservas fueron rechazadas y el proyecto fue finalmente aprobado en lo particular con 76 votos a favor y 36 en contra, siendo turnado al Ejecutivo Federal para su promulgación.
El dictamen plantea la modernización de los mecanismos de control sobre operaciones simuladas, comprobantes fiscales falsos y transacciones en plataformas digitales. Asimismo, propone una simplificación administrativa y un refuerzo a la seguridad jurídica de los contribuyentes. Sin embargo, en la práctica, consolida un modelo de fiscalización más centralizado y automatizado, que amplía la capacidad del Servicio de Administración Tributaria (SAT) para intervenir en esquemas fiscales complejos.
El presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, Miguel Ángel Yunes Márquez, explicó que las reformas establecen una tasa unificada de retención en plataformas digitales: 2.5% para personas físicas, 4% para personas morales con RFC y 20% para quienes no lo proporcionen. “Con ello, se garantizará un piso parejo entre comercio digital y tradicional”, señaló el legislador.
El paquete también incluye la continuidad del programa de regularización fiscal para personas físicas y morales, tomando como referencia el ejercicio contable de 2024. Además, se fijan nuevas tasas: 0.9% de retención sobre intereses y 1.38% mensual de recargos sobre créditos fiscales insolutos. Estas medidas buscan ampliar la base recaudatoria y asegurar el cumplimiento tributario, aunque también generan inquietudes sobre su impacto en la liquidez y operación de pequeñas empresas y trabajadores digitales.
Con estas reformas, el gobierno federal refuerza su política fiscal orientada a la recaudación inmediata y el control exhaustivo, mientras persisten los cuestionamientos sobre si el endurecimiento de las reglas promueve la formalidad o simplemente traslada la carga del equilibrio presupuestal al contribuyente.

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