La robótica doméstica acaba de cruzar una frontera que hasta hace poco pertenecía a la ciencia ficción. Respaldada por OpenAI y NVIDIA, la empresa 1X Technologies anunció el 28 de octubre de 2025 la preventa de Neo: el primer robot humanoide diseñado para vivir dentro del hogar, ayudar, aprender y, de cierta forma, cuidar de sus dueños.

QBDataverse — Pero hay una trampa que la publicidad no menciona: en 2026, cuando comience a entregarse, Neo no podrá hacer tus tareas de forma autónoma. Cada vez que quieras que doble ropa o cargue el lavavajillas, un humano remoto controlará el robot mientras observa dentro de tu casa a través de sus cámaras.

Neo mide 1.68 metros (5'6") y pesa apenas 30 kilogramos (66 libras). Se mueve con una agilidad silenciosa gracias a motores de torque conectados a tendones artificiales que imitan el movimiento humano mediante el sistema patentado Tendon Drive de 1X. Esta tecnología de actuación basada en tendones crea movimientos suaves que hacen a Neo "únicamente seguro y flexible alrededor de personas", según la compañía.

Su cuerpo está recubierto con una capa suave de polímero de celosía 3D personalizado de la cabeza a los pies, dándole una textura similar a la tela que lo hace más seguro en entornos domésticos. Está disponible en tres colores: Tan, Gris y Marrón Oscuro. El robot puede levantar más de 68 kilogramos (150 libras) y transportar cargas de 24.95 kilogramos (55 libras).

Sus manos poseen 22 grados de libertad (DoF), acercándose a la precisión humana en tareas de manipulación fina. Neo puede funcionar durante cuatro horas antes de regresar por sí mismo a su base de carga. Emite solo 22 decibelios, más silencioso que un refrigerador moderno.

El robot incluye conectividad WiFi, Bluetooth y 5G, así como un sistema de altavoces de tres etapas en la zona de la pelvis y el pecho, funcionando también como un sistema de entretenimiento móvil para el hogar. Puede ser controlado mediante comandos de voz diciendo "Hey NEO" o a través de una aplicación móvil dedicada que soporta programación de tareas y monitoreo en tiempo real.

La verdad incómoda: teleoperación humana obligatoria

Pero lo que realmente diferencia a Neo —y lo que la compañía minimiza en su marketing— no es su cuerpo, sino las limitaciones de su mente artificial. En una entrevista con Joanna Stern de The Wall Street Journal, el CEO de 1X Bernt Øyvind Børnich fue sorprendentemente honesto: cualquiera que compre Neo para entrega en 2026 debe aceptar que teleoperadores humanos controlarán el robot durante tareas complejas.

"La red neuronal de IA que ejecuta la máquina todavía necesita aprender de más experiencias del mundo real", explicó Børnich. Describió esto como parte de un "contrato social" entre usuarios y la compañía para ayudar a avanzar la tecnología.

Neo vendrá con la capacidad de realizar tareas básicas de forma autónoma cuando comience a enviarse el próximo año, incluyendo abrir puertas, traer objetos y encender o apagar luces. Sin embargo, si los primeros adoptantes quieren que Neo sea capaz de tareas más específicas o complejas, tendrán que sentirse cómodos con la idea de que un teleoperador humano controle el robot de forma remota y vea dentro de sus hogares.

Las pruebas independientes del Wall Street Journal confirmaron esta realidad: el robot de 20.000 dólares que promete doblar tu ropa y cargar tu lavavajillas no puede hacer realmente nada de eso de forma autónoma todavía. Cada tarea requiere un operador remoto controlando el robot mientras observa dentro de tu hogar a través de sus cámaras.

1X Technologies afirma priorizar la privacidad y el control humano. Los propietarios pueden elegir cuándo los operadores acceden a su unidad. La compañía implementa acceso programado, zonas prohibidas configurables y difuminado de rostros en los feeds de video. Durante las sesiones de entrenamiento remoto, los operadores ven las cámaras de Neo pero con caras difuminadas y áreas restringidas configurables por el usuario.

Según 1X, los datos del usuario ayudan a mejorar las habilidades de Neo, asegurando que evolucione más rápido con experiencia del mundo real. La fase de recopilación de datos es temporal, no una característica permanente, pero no hay timeline claro sobre cuándo Neo logrará verdadera autonomía.

Sin embargo, esta capacidad de "aprendizaje" tiene un precio personal: Para entrenar a los robots en entornos reales, humanos tomarán el control de Neo de forma remota, viendo el entorno a través de sus cámaras. Esto significa que, durante su aprendizaje, alguien podría estar viendo tu casa desde el otro lado del mundo. Es en este punto donde la automatización doméstica se encuentra con la incomodidad de la vigilancia.

El precio de tener una inteligencia en casa —al menos al principio— no será económico, sino personal.

Precio, disponibilidad y el respaldo de gigantes tecnológicos

Neo está disponible para preorden en Estados Unidos con un depósito reembolsable de 200 dólares. El precio total es de 20.000 dólares al contado, o una opción de suscripción de 499 dólares mensuales. Los envíos a clientes estadounidenses comenzarán en 2026, con expansión internacional prevista a partir de 2027.

1X Technologies aseguró respaldo financiero sustancial para el desarrollo de Neo, incluyendo una ronda Serie A2 de 23.5 millones de dólares liderada por OpenAI en 2023 y una Serie B de 100 millones de dólares en 2024. La compañía también mantiene una alianza estratégica con NVIDIA, cuyo CEO Jensen Huang aceptó una chaqueta de cuero personalizada de Neo durante una aparición en el escenario en marzo de 2024.

El lanzamiento de Neo crea un contraste fascinante con tecnologías robóticas que ya funcionan de forma autónoma. Solo un día antes del anuncio de Neo, DJI lanzó su aspiradora robot ROMO en Europa, utilizando tecnología de sensores derivada de drones para operación completamente autónoma a precios entre 1.299 y 1.899 euros (1.378 a 2.014 USD).

Las aspiradoras robot premium como la Roborock S8 MaxV se venden por alrededor de 1.400 dólares y operan de forma autónoma hoy. La pregunta inevitable: ¿Por qué los consumidores pagarían 14 veces más por un robot que requiere supervisión humana remota constante?

Neo entra en un mercado de robótica humanoide en rápida expansión pero aún inmaduro. Figure AI despliega sus robots Figure 02 y Figure 03 en instalaciones de manufactura de BMW y una empresa logística no identificada, con pruebas domésticas planeadas para finales de 2025. Unitree Robotics lanzó su humanoide R1 desde 5.900 dólares con producción en masa potencialmente comenzando a finales de 2025. Tesla está finalizando Optimus V3, apuntando a destreza similar a la humana y producción de alto volumen.

La inversión en startups de robótica humanoide ha excedido 1 billón de yenes (aproximadamente 6.7 mil millones USD) en más de 50 compañías, con más de 1.5 mil millones desplegados solo en 2024, según Gigazine.

¿Marketing engañoso?

Algunos analistas elogian a 1X por su "transparencia radical". Mientras competidores muestran demos cuidadosamente editados de robots realizando tareas seleccionadas, 1X admite abiertamente que Neo requiere teleoperadores y explica exactamente por qué: porque la recopilación de datos es el camino hacia la autonomía futura.

DroneDJ argumenta que "los primeros adoptantes no están pagando 20.000 dólares por una marioneta; están financiando los datos de entrenamiento que hacen posible la autonomía futura mientras obtienen un ayudante funcional (aunque limitado) hoy". Comparan el estado actual de Neo con donde estaba la autonomía de drones hace quince años.

Sin embargo, otros críticos señalan que el marketing de 1X enfatiza las capacidades futuras prometidas más que las limitaciones actuales reales. El sitio web oficial promociona Neo como capaz de "automatizar tareas cotidianas del hogar" y ofrecer "asistencia personalizada", sin mencionar prominentemente que estas capacidades requieren teleoperación humana en 2026.

La pregunta central para potenciales compradores: ¿Estás pagando 20.000 dólares por un producto funcional o por ser un beta tester con acceso privilegiado a tecnología emergente?

Los early adopters de Neo no están simplemente comprando un robot; están comprando:

1. Acceso a hardware avanzado: El sistema Tendon Drive y las manos de 22 DoF representan innovaciones genuinas en robótica humanoide.

2. Participación en entrenamiento de IA: Sus hogares se convierten en laboratorios de investigación que generan datos para algoritmos futuros.

3. Actualizaciones continuas de software: 1X promete que las capacidades de Neo evolucionarán a través de actualizaciones de software y sesiones de enseñanza supervisadas por expertos humanos.

4. Estatus de pionero: Ser los primeros en tener un humanoide funcional en casa, incluso si "funcional" viene con asteriscos.

Pero también están aceptando:

1. Privacidad comprometida: Operadores remotos verán dentro de sus hogares durante sesiones de entrenamiento.

2. Capacidades limitadas iniciales: Las tareas complejas requerirán teleoperación durante tiempo indeterminado.

3. Riesgo tecnológico: No hay garantía sobre cuándo (o si) Neo logrará verdadera autonomía.

4. Costos de oportunidad: 20.000 dólares podrían comprar múltiples dispositivos de automatización doméstica que ya funcionan de forma autónoma hoy.

1X Technologies argumenta que Neo representa un salto generacional en hardware humanoide y que la teleoperación es simplemente el método más rápido para entrenar sistemas de IA en la complejidad del mundo real. La compañía apuesta a que los datos recopilados de miles de hogares permitirán que los algoritmos de aprendizaje automático eventualmente repliquen y superen las habilidades humanas de forma autónoma.

La narrativa oficial es aspiracional: "NEO cierra la brecha entre nuestras imaginaciones y el mundo en que vivimos, hasta el punto donde podemos realmente pedirle ayuda a un robot humanoide, y la ayuda es concedida", declaró Børnich.

Pero la realidad actual es más modesta. Neo puede subir escaleras, traer objetos bajo comando, cargar automáticamente cuando está baja de energía, y responder preguntas con contexto sobre quién y qué está en tu hogar. Sin embargo, tareas que involucran llamas abiertas, herramientas afiladas o coordinación altamente compleja permanecen fuera de su rango de operación segura.

La diferencia entre una aspiradora robot y un asistente humanoide no es la diferencia entre un triciclo y una bicicleta; es la diferencia entre una calculadora y una inteligencia general artificial.

El futuro del trabajo doméstico

Si Neo y sus competidores logran verdadera autonomía en la próxima década, las implicaciones sociales serían profundas. El trabajo doméstico no remunerado —lavar, limpiar, organizar, cocinar— consume horas diarias de vida humana. Su automatización podría liberar tiempo masivo para actividades más gratificantes.

Pero también plantea preguntas sobre desigualdad. A 20.000 dólares por unidad, Neo es accesible solo para los muy ricos. Si la robótica doméstica sigue este modelo de precios, podría crear una nueva brecha de clase: aquellos que pueden permitirse tiempo libre automatizado versus aquellos que no pueden.

Además, la dependencia de sistemas propietarios plantea riesgos. Si Neo requiere conexión constante a servidores de 1X, ¿qué sucede durante interrupciones de servidor o bancarrota de la compañía? Los propietarios de productos de hogar inteligente ya han experimentado dispositivos convertidos en ladrillo cuando fabricantes cierran servidores.

Estamos ante un hito histórico: por primera vez, una máquina no solo nos asiste, sino que convive con nosotros. Pero la pregunta ya no es si la robótica entrará en nuestros hogares, sino en qué términos.

Neo representa dos futuros simultáneos:

1. El optimista: Un primer paso valiente hacia humanoides verdaderamente autónomos que liberarán a la humanidad de tareas repetitivas, permitiendo enfocarnos en creatividad, relaciones y significado.

2. El escéptico: Un producto caro e inmaduro que pide a los consumidores pagar precios premium por tecnología que no funciona todavía, mientras sacrifican privacidad para entrenar algoritmos corporativos.

La verdad probablemente está en algún punto intermedio. Neo no es una estafa, pero tampoco es el robot mayordomo completamente funcional que el marketing implica. Es un prototipo comercializado, un experimento participativo donde early adopters financian investigación mientras obtienen hardware impresionante pero software limitado.

¿Estamos preparados para compartir nuestra intimidad con máquinas que todavía necesitan humanos remotos para funcionar? ¿Y qué sucede cuando esos humanos remotos desaparezcan y las máquinas realmente aprendan a observarnos por sí mismas?

La respuesta determinará no solo el éxito comercial de Neo, sino el futuro de cómo vivimos con tecnología en nuestros espacios más íntimos.

Fuentes: 1X Technologies, Wall Street Journal (Joanna Stern), Engadget, Gizmochina, NotebookCheck, DroneDJ, New Atlas, IBTimes, Parametric Architecture

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