Los datos más recientes de las Empresas Constructoras confirman que el sector no enfrenta un simple ajuste cíclico, sino un deterioro estructural que combina desplome productivo, pérdida de empleo y estancamiento salarial, con implicaciones directas para la economía estatal.
Mexconomy — En octubre de 2025, el valor de producción de las empresas constructoras en Puebla cayó 39.8% a tasa anual, ubicándose en un índice de apenas 55.0 puntos (base 2018=100). El dato no solo es alarmante en términos absolutos: coloca a Puebla entre las entidades con peor desempeño del país, muy por debajo del promedio nacional, que ya de por sí registra una contracción de 13.6%.
El colapso productivo se refleja con nitidez en el mercado laboral. El personal ocupado total disminuyó 12.7% anual, mientras que las horas trabajadas retrocedieron 12.4%. Esta doble caída confirma que la crisis no se limita a ajustes administrativos, sino que implica menos obras, menor actividad efectiva y una reducción tangible del empleo en uno de los sectores tradicionalmente intensivos en mano de obra.
El comportamiento salarial también es preocupante. Las remuneraciones medias reales en Puebla descendieron 1.1% anual, situándose en un índice de 101.6 puntos. A diferencia de otras entidades donde los salarios aumentan pese a la contracción productiva, en Puebla el deterioro alcanza también al ingreso real de las y los trabajadores, erosionando el consumo local y amplificando el impacto económico.
El contraste regional es contundente. Mientras estados como Guerrero (+42.7%), Baja California Sur (+41.1%) o Tamaulipas (+28.1%) registran expansiones relevantes en el valor de producción, Puebla se desliza hacia un escenario de parálisis en materia de construcción. La diferencia regional sugiere no solo factores coyunturales, sino una pérdida de dinamismo relativo en la captación de inversión pública y privada.
El riesgo es mayor. La construcción actúa como un sector multiplicador: arrastra insumos industriales, servicios profesionales y empleo indirecto. Su desplome en Puebla implica menos demanda para cadenas locales, menor recaudación y un freno adicional al crecimiento estatal en 2026. Sin proyectos de infraestructura, certidumbre regulatoria y reactivación de la obra privada, la contracción podría prolongarse.
En suma, Puebla enfrenta una crisis en el sector de la construcción muy profunda. Los datos no dejan margen a la interpretación optimista: la combinación de producción colapsada, empleo en retroceso y salarios estancados configura uno de los cuadros más débiles en el concierto nacional. De no revertirse, este deterioro amenaza con convertirse en un lastre para la economía poblana en 2026.
Nota al lector: la gráfica interactiva está optimizada para su correcta lectura y exploración en pantallas de mayor tamaño (computadora o tableta). En dispositivos móviles, algunos detalles de ejes, etiquetas o series pueden visualizarse de forma limitada.
Fuente: INEGI, Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC). Cifras desestacionalizadas y originales. Series ajustadas mediante el método X-13ARIMA-SEATS / Mexconomy . Cifras preliminares sujetas a revisión.

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