Productores de la Unión Americana impulsan la campaña "Aguacate Libres de Conflicto" bajo el argumento de que el producto mexicano está controlado por cárteles, una medida que también pone en peligro las exportaciones del estado de Puebla y el precio en el mercado interno.
Atlixco, Puebla. — El CEO Norman J. Kachuck citó un informe del Departamento de Justicia que advierte sobre el apoyo a organizaciones terroristas. México aporta el 79.7% del aguacate consumido en EE. UU. gracias al T-MEC donde Puebla comienza a hacerse de un segmento del mercado. La iniciativa busca designar a todo el aguacate mexicano como "conflict fruit".
El estado de Puebla, que ha experimentado un aumento significativo en sus volúmenes de exportación de aguacate, enfrenta una seria amenaza comercial originada en la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). La industria aguacatera de la Unión Americana ha intensificado su ofensiva, promoviendo una medida que busca impedir la compra del fruto mexicano bajo la grave acusación de que su producción y logística están controladas por el crimen organizado y los cárteles. Si bien la preocupación inicial ha estado históricamente anclada en Michoacán, el efecto se expande hoy hacia todas las entidades productoras que han ganado relevancia, impactando directamente en la economía poblana.
El lanzamiento de la campaña "Aguacate Libres de Conflicto" por parte de los agricultores estadounidenses no solo es un llamado a la acción, sino que designa al aguacate mexicano como un producto derivado de un conflicto. Esto, en términos comerciales, implica una presión directa para que pierda sus licencias de importación en el mercado estadounidense. Este esfuerzo cuenta con la voz de líderes empresariales como Norman J. Kachuck, CEO de Avocado Corporation of America y Kachuck Enterprises, quien recordó que el Departamento de Justicia de EE. UU. advirtió en febrero sobre la posibilidad de que las compras a intermediarios controlados por cárteles constituyan apoyo material a una organización terrorista extranjera designada.
Las acusaciones han apuntado incluso a grandes corporaciones. El director ejecutivo Kachuck señaló que la empresa Calavo Growers, la cual mantiene operaciones en Michoacán y Jalisco y es subsidiaria de una central en California considerada la exportadora más importante de aguacate a EE. UU., estaría ligada a procesos delictivos. Este escenario incrementa la tensión y el rigor del debate en Washington, ya que desestabiliza la cadena de suministro que ha dependido históricamente de la integración comercial establecida por el T-MEC.
La relevancia del contexto radica en que, a pesar de las amenazas, México se mantiene como el principal proveedor del fruto para su vecino del norte, aportando un 79.7% del consumo total en la Unión Americana. El riesgo de que Puebla y otros estados emergentes sean arrastrados por la crisis de seguridad de Michoacán genera una incertidumbre considerable. La designación como "conflict fruit" representa un desafío geopolítico y comercial que obliga a las autoridades mexicanas a garantizar la trazabilidad y legalidad de sus exportaciones para proteger los intereses de todos sus productores.

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